Morales pide "socios, no patrones" en su visita a la "república" de España
- El presidente boliviano habla de "república española" antes de reunirse con el Rey
- Ha advertido a las empresas que deben respetar las normas bolivianas
Bolivia busca "socios, no patrones". Con esta advertencia velada se ha presentado el presidente del país andino, Evo Morales, ante los empresarios españoles, con los que ha tenido el desliz de referirse al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al referirse a él como "canciller de la República de España".
Seguramente Morales ha podido comentar el lapsus posteriormente con el Rey, al que ha agradecido que lo reciba en audiencia en el Palacio de la Zarzuela esta mañana, en su primera visita oficial a España como mandatario de su país.
El jefe del Estado español ha saludado afectuosamente a su invitado y se ha interesado por el viaje de Morales, quien en esta ocasión ha elegido un traje de chaqueta con adornos andinos, sin corbata, en lugar del tradicional jersey que lució en su anterior visita.
Condonación de deuda
El Rey, Morales y el resto de los asistentes, entre los que también han estado los embajadores de los dos países, se han reunido en privado para tratar de los distintos asuntos que han motivado la primera visita oficial del mandatario bolivariano a España.
Durante su estancia en la capital esta previsto que se ultimen distintos acuerdos como el Programa de canje de deuda, que contempla la condonación de 77,3 millones de dólares y 5,55 millones de euros.
Antes se ha reunido con un grupo de empresarios, a los que les ha avisado de que deben "respetar las normas bolivianas" en un desayuno informativo del Foro Nueva Economía en Madrid.
También ha destacado la "buena relación" existente entre su Ejecutivo y la empresa española Repsol y ha asegurado que espera que esta colaboración se traslade también a otras empresas.
Morales ha explicado que Bolivia "necesita inversión, socios para cambiar" el país, un cambio que, según ha explicado, comenzó con la controvertida Ley de Hidrocarburos que su Gobierno puso en marcha en su primer año de gestión y según la cual los beneficios revierten directamente en el pueblo boliviano.
Morales ha denunciado que, debido a estos cambios efectuados en el país sudamericano desde que asumió el cargo en enero de 2006, "algunos grupos de empresas no quieren que un indígena sea presidente" y que ha habido compañías que han "conspirado" contra el Gobierno.
'La plata' vuelve al pueblo
A todas estas empresas el mandatario boliviano ha contestado que "poco a poco" su Gobierno se ha ido "consolidando" y que los propios ciudadanos" son conscientes de esa transformación" en la que, según ha defendido, "la plata del pueblo vuelve al pueblo".
Se trata de "saldar una deuda histórica" para "ayudar a los que menos tienen, priorizar la inversión para llevarla a los sectores más desfavorecidos" porque, según ha subrayado, el movimiento indígena "no es marginador, no es excluyente".
Así pues, ha reivindicado la lucha de sus antepasados por la búsqueda de derechos y la recuperación de su territorio y recursos naturales, y ha desechado los "comentarios" que le tachan de "dictador" y de ejercer un régimen "totalitario", lo que ha calificado de "tergiversaciones".
Morales también ha destacado el superávit fiscal logrado por su Gobierno en casi cuatro años de gestión, algo que ha achacado en parte a la Ley de Hidrocarburos. Por ello, se ha preguntado y ha preguntado a los empresarios presentes "quién se llevaba antes la plata".
Además, como hiciera el pasado domingo en el discurso que pronunció en La Cubierta de Leganés ante la comunidad boliviana en España, Morales ha criticado la situación en que se encuentran los inmigrantes en nuestro país y ha recordado que sus antepasados "nunca declararon ilegales a los españoles que llegaban" al continente americano.
Esta noche los Reyes, acompañados por los Príncipes de Asturias, ofrecerán una cena en el Palacio Real en honor del presidente boliviano, quien mañana se reunirá con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero antes de emprender el regreso a casa.