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Bernanke da por "finalizada" la recesión y urge a la reforma financiera

  • El presidente de la Reserva Federal cree que la recesión probablemente ha terminado
  • La recesión habría durado 21 meses, la más larga desde la Gran Depresión
  • Bernanke advierte que la recuperación en ciernes será lenta
  • El crecimiento será insuficiente para atajar el paro de forma significativa
  • Bernanke pide cambiar el marco regulatorio del sistema financiero

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Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, el equivalente a nuestro Banco Central Europeo, considera que la recesión muy probablemente ya ha terminado. No obstante, advierte que el crecimiento no será suficientemente fuerte para atajar el paro de forma rápida.

Un mensaje de optimismo cauto justo un año después de la caída de Lehman Brothers. De confirmarse el dato en el PIB del tercer trimestre, la recesión habría durado 21 meses, la más larga desde la Gran Depresión.

No es el fin del paro

"Aunque desde el punto de vista técnico la recesión muy probablemente ha acabado, la economía seguirá débil durante algún tiempo", ha precisado Bernanke. Según la mayoría de los expertos consultados por Bloomberg, el crecimiento repuntará a un 2,3% el próximo año, una tasa insuficiente para recortar el paro por debajo del 9%. Actualmente se encuentra en el 9,7% y afecta a 15 millones de estadounidenses.

"El desempleo bajará lentamente si el crecimiento es moderado, no mucho mayor que el potencial de nuestra economía" ha remachado Bernanke en la Brookings Institution, uno de los "think tanks" más prestigiosos del país. "Muchas personas todavía sentirán que la situación y seguridad de su puesto de trabajo no son los que desearían".

La reforma pendiente

Bernanke se ha sumado a la advertencia que hizo ayer Obama. "Debemos tratar urgentemente las debilidades del sistema financiero, en particular, el marco regulatorio, para impedir que se repita el enorme coste de los dos últimos años", ha señalado.

La petición de Bernanke refuerza la que Obama hizo ayer a Wall Street y al Capitolio, en un momento en que la reforma financiera languidece en el Congreso, víctima de la confrontación política y de las presiones de los lobbies del sector. El Presidente confía en que esté lista este mismo año pero lo cierto es que la mayor parte del proyecto que presentó el pasado mes de junio sigue sin aprobarse.

Y no son precisamente detalles: la nueva agencia de protección del consumidor, los requisitos más estrictos de capital para las entidades, la regulación de los derivados financieros como los CDS que amplificaron la debacle, y el nuevo poder de la Reserva Federal como supervisor de los riesgos para todo el sistema financiero.