Cataluña ya está en contacto con los primeros candidatos a recibir la castración química
- Es un tratamiento farmacológico inhibidor del deseo sexual para evitar la reincidencia
- Unos 40 presos por delitos sexuales graves lo podrán recibir de forma voluntaria
- El preso empezará a tomar los fármacos tres meses antes de abandonar la cárcel
- Cataluña será pionera en España en ofrecer este tratamiento para agresores sexuales
Unos 40 presos por delitos sexuales graves encarcelados en Cataluña podrán recibir, de forma voluntaria, un tratamiento farmacológico inhibidor del deseo sexual para evitar su reincidencia, en los próximos diez años en Cataluña.
La consellera de Justicia de la Generalitat, Montserrat Tura, ha presentado este viernes en Barcelona el "Protocolo del tratamiento farmacológico coadyuvante en la intervención de los delincuentes sexuales", que reforzará el programa ya existente orientado a delincuentes sexuales, denominado SAC (Sexual Agressor Control).
El tratamiento se aplicará a violadores reincidentes, condenados por pedofilia que han causado más de una víctima, presos por delitos de sadismo sexual y por trastorno sádico de personalidad condenados por un delito sexual.
Se aplicará a los internos que voluntariamente lo soliciten y tras creerlo adecuado los equipos médicos especializados, que siete meses antes de que el preso abandone la cárcel iniciarán una serie de tests médicos para valorar si es conveniente administrarle los fármacos.
En caso de que la valoración resulte positiva, el preso empezará a tomar los medicamentos cuatro meses antes de salir de prisión, ya sea por vía oral o mediante inyecciones. Los fármacos que se prevé administrar son fluoxetina (oral), criptolerina y leuprolerina (inyecciones).
No habrá beneficios penitenciarios
El tratamiento empezará a aplicarse en un único centro penitenciario en Cataluña, Brians 1, aunque la consellera espera que en un plazo de dos años cada provincia catalana pueda tener una cárcel especializada.
Los presos que opten por este tratamiento "no obtendrán beneficios penitenciarios", según Tura. Por el contrario, si un preso los abandona o manipula al salir de permiso, las autoridades penitenciarias tendrán este hecho en cuenta aunque "no se debería aplicar una acción disciplinaria".
Tras el cumplimiento de la condena, las personas que hayan seguido uno de estos tratamientos deberán continuar con los mismos en los centros de salud mental de la red sanitaria.
Estos fármacos han obtenido buenos resultados en países como Bélgica, Suiza, Suecia y Gran Bretaña, pero no pueden garantizar que desaparezca del todo el riesgo de reincidencia de los violadores.