Larrañaga llegará en los próximos días a España tras autorizar el Gobierno su traslado
- El hispano-filipino cumplirá el resto de su condena en nuestro país
- Está condenado por violación y asesinato de dos filipinas
- El gobierno filipino aprobó su traslado el pasado mes de marzo
- Desde entonces se han estado ultimando los trámites
- Si se le aplica buena conducta le quedan casi 15 años de pena
El español Francisco Larrañaga, condenado a cadena perpetua en Filipinas por violación y asesinato, llegará "en los próximos días" a España para terminar de cumplir su pena, que es de 14 años y nueve meses si le aplican los beneficios de buena conducta y de 25 si no es así.
Así lo ha anunciado la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, que ha señalado que el Consejo de Ministros ha autorizado este viernes el traslado de Larrañaga a España.
En 1999, Larrañaga fue declarado culpable del secuestro, violación y asesinato de las hermanas Jaqueline y Manjoy Chiong y, cinco años después, el Tribunal Supremo de Filipinas le condenó a muerte, aunque la pena le fue conmutada en 2006 por la de cadena perpetua, equivalente a 40 años de prisión de cumplimiento efectivo.
El pasado mes de marzo el gobierno filipino autorizó el traslado de Larrañaga a España para que cumpliese el resto de su condena. Desde entonces se han estado realizando los trámites para que se hiciese efectivo.
Estos trámites concluyeron hace pocas semanas, tal y como ya anunció el pasado día 5, tras un consejo informal de ministros de la Unión Europea, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Asesinato de dos hermanas
El pasado mes de mayo, los padres de Larrañaga ya habían pagado la indemnización de 12.500 euros y entregado el certificado de penales de su hijo, dos trámites que faltaban para proceder al traslado del preso.
Larrañaga, de 31 años, fue condenado a muerte en 2004 acusado del secuestro y asesinato en 1997 de dos hermanas filipinas en la ciudad de Cebú, aunque él se declaró siempre inocente alegando que el día de los hechos estaba en Manila, a 600 kilómetros de distancia.
En una entrevista a Efe en la cárcel de Bilibid, donde cumplen condena los presos más peligrosos del país, Larrañaga comentó: "En Filipinas, mi única oportunidad para salir alguna vez de aquí era demostrar que esas dos chicas están vivas. Espero que en España me espere algún tipo de futuro mejor".