Trueba y Darín 'bailan' al son de Skármeta
- El Baile de la Victoria, adaptación de una novela de Skármeta, mal recibida por la crítica
- François Ozon presenta sus credenciales para luchar por la Concha de Oro
- Precious, triunfadora en Sundance, promete emociones fuertes
- Pitt visita el Chillida-Leku antes de dejar la ciudad
- Toda la información en el especial del Festival de cine de San Sebastián 2009
Después de la tempestad viene la calma. Tras el torbellino Pitt que el viernes pasó por Donostia, la lluvia este sábado, segunda jornada del festival, ya sí molestaba, a pesar de que ha caído más suave. Como para tratar de compensarlo, la programación de películas viene bien cargada.
A quien madruga, Dios le ayuda. Y a primera hora se ha proyectado en el Kursaal El Baile de la Victoria de Trueba, con el que rompe un silencio de largos años (en 2002 realizó su última cinta de ficción, El embrujo de Sanghai). La cinta tiene todas las trazas de gran producción, con un Ricardo Darín que está en San Sebastián para presentar dos películas (también la de Campanella) y con un guión basado en novela de Antonio Skármeta.
Ante las cámaras de TVE, el cineasta reconocía estar esperando con ganas la proyección con público. En la noche del sábado tendrá la oportunidad en la sesión con alfombra roja del Kursaal. La cinta, que tuvo un pase para la prensa el viernes por la tarde recibió entonces algunos silbidos. Aunque ya se sabe lo exquisita que es a veces la prensa especializada.
Ozon, la maternidad como anestésico
Sarna con gusto no pica. Tras la de Trueba, tocaba un poco de tensión dramática. Primero, el enfant terrible del cine francés François Ozon presentaba en el segundo turno de la mañana Le Refuge.
Ozon ha construido una historia sencilla sobre dos "personajes marginales", como él mismo describía en la rueda de prensa, una embarazada heroinómana que acaba de quedarse viuda y un homosexual que es hermano de su difunto marido. Los dos buscando un refugio vital, encarnado materialmente por una casita en el campo. Y como telón de fondo, la maternidad, otra visión de la maternidad, "como un medio para hacer un duelo y no como el deseo de tener un hijo".
Para completar la sesión de catarsis emocional, este sábado se proyecta en la sección de Zabaltegi Perlas una de las grandes triunfadoras del último festival de Sundance, Precious, dirigida por Lee Daniels (Monster's ball), sobre una chica afroamericana de 16 años sumida en un vertedero vital: embarazada por segunda vez de su padre ausente y sometida física y emocionalmente por su amargada madre.
En los márgenes del festival, todavía ha habido tiempo para que Brad Pitt visitará el Chillida-Leku y Maribel Verdú recibiera el Premio Nacional de Cinematografía entre lágrimas. "Hoy he vuelto a pensar que tenía buena estrella", ha dicho rodeada el cariño del mundo del cine que por esta ciudad campa.