Madrid, ciudad de cuento por una noche
- La 4ª edición de La Noche en Blanco cubre la capital de cultura y magia
- Se han visto teatros improvisados, conciertos y performances a cada paso
- Mareas de gente han llenado las calles en una noche despejada
Érase una vez una noche en la que el blanco de la luna brilló más que nunca sobre la ciudad. Las calles se llenaron de mares de gente que caminaban sin rumbo y con la certeza de que al doblar cada esquina iban a ser sorprendidos con algo nuevo.
Ese lugar, Madrid, ciudad de cuento por una noche, ha cambiado su rutina y ha dejado volar la imaginación en sus plazas, teatros, museos y otros rincones emblemáticos en la cuarta edición de La Noche en Blanco, donde las largas colas también han sido protagonistas.
Según el director del evento, Pablo Berástegui, se ha tenido que hacer "un esfuerzo de creatividad" debido al recorte presupuestario de este año, algo que no ha impedido que a las 22.00 horas ya hubiese en las calles unos 350.000 ciudadanos. Quizás a ésto hayan ayudado unas agradables temperaturas que, aunque no se esperaban, han sido bien recibidas.
La Plaza Mayor daba la bienvenida al macro evento cultural con miles de personas sobre sus adoquines, que han dejado volar 30.000 globos con poemas de Benjamín Prado y Ajo acompañados con el sonido de los acordeones de fondo.
El barrio de las letras no podía ser menos. Pasear por la céntrica calle Prado te transportaba a épocas pasadas. Teatros improvisados, percusionistas a los que la gente se unía con vítores y aplausos y los clásicos sonidos de alguna orquesta popular.
Regalar cultura es el lema de esta edición, pero nos consta que también se han regalado sueños: "Cuéntame tu deseo y te haré un dibujo para ayudarte a cumplirlo", ofrecían los chicos de 'Sanar Madrid'.
Precisamente el grupo de teatro 'La cacharrería' ha hecho un sueño posible: Que el propio Valle Inclán nos abriese la puerta del Ateneo de Madrid para contarnos los entresijos de los escritores de su tiempo.
Neptuno y Cibeles han ofrecido a su público una faceta más divertida. Al ritmo de Bollywood y Hip Hop han aprendido coreografías junto a miles de personas que bailaban a su lado.
Una de las citas obligadas ha sido la Gran Vía, que a siete meses de cumplirse su centenario ha apagado todas sus farolas para lucir un inolvidable 'Camino de luz' bajo un cielo despejado que había amenazado lluvia. El secreto, quince carpas de tela creadas por el artista Óscar Vázquez que proyectaban luces de colores en los edificios de la emblemática calle madrileña.