Mueren 140 rebeldes chiíes tras un ataque en Yemen
- Los insurgentes han atacado instalaciones oficiales en la ciudad de Saada
- El ataque se produce tras la tregua decretada por el final del Ramadán
- El Gobierno del país recibe críticas internacionales por atacar un campo de refugiados
Un total de 140 rebeldes chiíes han muerto esta madrugada tras atacar varias instalaciones oficiales de la ciudad de Saada, en la noroccidental provincia del mismo nombre, informaron fuentes gubernamentales yemeníes.
Las fuerzas gubernamentales han repelido el asalto, ejecutado con proyectiles de mortero y que tenía como objetivo el palacio presidencial, entre otros inmuebles oficiales.
El ataque se ha producido tras la declaración de tregua emitida ayer por el Gobierno con ocasión de la festividad del 'Eid el Fetr' que marca el fin del Ramadán. Ni el Ejército yemení ni los rebeldes se han pronunciado aun sobre los hechos.
El presidente de Yemen pide un alto el fuego
Anoche, el Presidente del país, Ali Abdalá Saleh, pronunció un discurso en el que pidió a los rebeldes que cumplieran con el alto el fuego.
"La guerra de Saada la han impuesto los elementos rebeldes; hemos intentando por todos los medios pacíficos evitar la guerra y el baño de sangre. Con motivo del fin del Ramadán, el Gobierno ha anunciado que finalizaría las operaciones militares a cambio de que los rebeldes cumplan el alto el fuego", declaró.
En su discurso pidió a los chiíes que abran las carreteras que controlan, desactiven las minas, abandonen las montañas y los controles que han levantado, entreguen armas y liberen a los prisioneros que mantienen.
Bombardeo a un campo de refugiados
El miércoles pasado, más de 80 personas murieron en un campo de refugiados en el norte del país por un bombardeo del Ejército, que ha levantado las críticas internacionales.
Tropas del Ejército e insurgentes "hutíes", una secta chií, luchan en Saada, fronteriza con Arabia Saudí, desde el pasado 11 de agosto, aunque ha habido combates esporádicos en la zona desde el 2004.
La lucha de los "hutíes", liderados por Husein al Huti, comenzó en abril del 2004, después de que este grupo acusara al Gobierno de Saná de ignorar las demandas de la población de esta zona.
Al Huti murió en septiembre del 2004, durante el primer alzamiento insurgente, pero su bandera la ha tomado su hijo, Abdel Malik al Huti.