Merkel propone una bajada de impuestos tras aplicar una política socialdemócrata
- La canciller promete bajar los impuestos presionada por su partido, pero no le pone fecha
- Los ministros de Finanzas y Economía dicen que la bajada es imposible ahora
- La Gran Coalición ha conseguido poner a los alemanes a refugio de la recesión mundial
- Ahora el nuevo gobierno tendrá que enfrentarse a un otoño con un millón nuevo de parados
La Gran Coalición ha sido para los alemanes el mejor refugio de la crisis económica mundial. Ángela Merkel había llegado a la Cancillería con una posición neoliberal en lo económico, pero la realidad la convirtió e socialdemócrata y keynesiana.
Ha sido en este terreno donde más ha demostrado su talante pragmático y también la búsqueda del mayor consenso posible con todos los agentes sociales para hacer frente a una crisis que al principio se negó en abosluto.
Eso le valió a la canciller el reproche de sus socios europeos y, sobre todo, del presidente galo, Nicolás Sarkozy: "Francia actúa, Alemania reflexiona".
Ahora, superada ya la recesión y en plena campaña electoral la canciller se ve presionada por su partido y por sus socios bávaros de la CSU para prometer una bajada de impuestos a la que ella no quiere poner fecha.
Los todavía ministros de Finanzas y Economía dicen que ese descenso fiscal es imposible en estos momentos. Los expertos, como Henrik Enderlein, de la Hertie School of Governance, advierte contra ello.
"Creo que bajar impuestos es el camino equivocado. Creo que será mucho más eficaz simplificar el sistema fiscal y estimular el crecimiento, por ejemplo, disminuyendo las subvenciones estatales", apunta.
El nuevo gobierno alemán, sea del signo que sea, tendrá que enfrentarse en este otoño a un asunto terrible: el aumento dramático del paro en más de un míllón de personas, las mismas que están ahora trabajando con reducciones de jornadas o en campañas de formación o reorientación profesional que las empresas ya no se pueden permitir.