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EE.UU. cierra su embajada en Suráfrica ante el temor de un ataque terrorista

  • Se ha recibido una amenaza de seguridad, aunque no se ha concretado
  • La Policía surafricana asegura que la amenaza está controlada
  • Se han cerrado todos los edificios del gobierno estadounidense en el país
  • Insurgentes somalíes ha jurado venganza por el asesinato de uno de sus líderes

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La embajada y otras oficinas del gobierno estadounidense en Suráfrica han sido cerradas este martes a causa de una amenaza de seguridad sin identificar que la Policía surafricana asegura tener ya controlada.

"Nuestra división de inteligencia está con el tema, está bajo control", ha asegurado el comisario de la Policía surafricana, Bheki Cele, en declaraciones a la prensa en Ciudad del Cabo.

"Hay cosas que han ocurrido. Hay cosas que están ocurriendo", ha añadido de forma enigmática sobre la naturaleza de la amenaza.

Un portavoz del Departamento de Estado en Washington ha asegurado que el gobierno de EE.UU. ha alertado a los ciudadanos americanos que residan en el país para que extremen su vigilancia cerca de los edificios estadounidenses en Suráfrica.

"Estamos manteniendo contactos constantes con la autoridades surafricanas con el tema", ha añadido el portavoz. 

"Nuestra suposición actual es que abriremos mañana", ha matizado la portavoz de la embajada, que ha detallado que han recibido una información sobre esta amenaza de seguridad de la oficina regional de seguridad.

Edificios cerrados

Se han cerrado la embajada en Pretoria y los consulados en Johanesburgo, Ciudad del Cabo y Durban, así como otros edificios gubernamentales.

Aunque no se ha especificado la naturaleza de la amenaza, una de las hipótesis con más peso es que se trata de los rebeldes somalíes ligados a Al Qaeda, que habían jurado vengarse de Estados Unidos después de que uno de sus dirigentes fuese asesinado por comandos estadounidenses.

Ataques con bomba a las embajadas de Kenia y Tanzania -con los que estaba relacionado el islamista asesinado- en 1998 provocaron la muerte de 224 personas y miles de heridos.

Suráfrica, que acogerá el año próximo el mundial de fútbol, no era hasta ahora objetivo de terroristas ni se había apreciado ninguna relación entre los islamistas somalíes y la principal potencia económica africana.