Obama abre la "nueva era del compromiso" multilateral en su estreno en la ONU
- El presidente de EE.UU. inaugura ante la ONU una nueva etapa de multilateralismo
- Pide la colaboración de las grandes potencias para hacer frente a los retos mundiales
- "Estados Unidos no puede afrontar estos retos en solitario", dirá en su discurso
- Defiende las sanciones a Irán y califica "ilegítimos" los asentamientos
"Estados Unidos está listo para empezar una nueva era de cooperación internacional, por lo que hacemos un llamamiento a todos los países para construir el futuro que nuestros pueblos se merecen".
Con estas palabras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha terminado -seguido de un sonoro aplauso- su discurso inaugural ante la Asamblea General de la ONU, para la que ha pedido "una nueva era de compromiso basada en el mutuo interés y el mutuo respeto".
Unas palabras que también se pueden entender como el inicio una nueva etapa en las relaciones con Naciones Unidas y con el resto de la comunidad internacional, basada en el multilateralismo tras la política unilateral de la Administración Bush.
"Ni un solo país debe tratar de dominar a otro, ningún orden mundial que eleve a un solo país sobre los otros va a tener éxito", ha defendido.
Responsabilidad colectiva
"Ahora es el momento para que todos asumamos nuestra responsabilidad", ha recordado Obama tras hacer un inventario de todas las decisiones que ha tomado su gobierno para restaurar la imagen internacional de Estados Unidos, desde el cierre de Guantánamo hasta la persecución de la tortura y el compromiso para la reducción de las rmas nucleres.
"Si somos honestos con nosotros mismos, es necesario admitir que no hemos estado a la altura de esa responsabilidad", ha añadido como un reproche solapado al resto de la comunidad internacional.
Obama ha diagnosticado que el foro en el que ha hablado, la Asamblea General de la ONU, frecuentemente ha sido sembrado de "politiquería" en el que se han destacado más las cosas que nos separan que las que nos unen.
"Es fácil culpar a otros de nuestros problemas y absolvernos a nosotros mismos de las responsabilidad de nuestras decisiones", se ha quejado.
"Aquellos que solían regañar a América por actuar sola en el mundo no pueden ahora quedarse de pie y esperar que América resuelva los problemas en solitario", ha apostillado.
Entre esos problemas comunes, Obama se ha centrado en cuatro pilares: el desarme nuclear, la paz en el mundo, el cambio climático y la crisis económica.
Irán y Oriente Medio
Sobre el primero, ha subrayado que respeta los derechos de Corea del Norte e Irán a desarrollar un programa nuclear, pero que deben adecuarse a los tratados internacionales.
Sin embargo" si Irán y Corea del Norte ponen las armas nucleares por encima de la seguridad internacional el mundo debe llamarles a que cumplan su responsabilidad", ha defendido el presidente estadounidense.
En cuanto a la paz, Obama ha recordado que el objetido de EE.UU. es lograr en Oriente Medio "dos estados que viven en paz y seguridad uno junto al otro".
Tras subrayar los tímidos avances conseguidos en su reunión del martes con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Obama ha pedido "que digamos públicamente lo que reconocemos en privado".
En este sentido, ha recalcado que EE.UU. no le hace ningun favor a israel "si no le exigimos las reclamaciones básicas de los palestinos", en referencia a la congelación de los asentamientos, que considera "ilegítimos".
Cambio climático y G-20
En cuanto al calentamiento global -sobre el que Obama ya habló en la cumbre monográfica convocada por el secretario general de la ONU, Ban-ki Moon el pasado martes, el presidente de Estados Unidos ha prometido que su país ya no va a estar "con los pies arrastrados" en la lucha contra el cambio climático.
"Presionaremos para conseguir profundas reducciones de las emisiones de CO2 para conseguir los objetivos de 2020 y finalmente de 2050", ha asegurado.
En cuanto a la economía, ha prometido que en la cumbre del G-20 para conseguir que las grandes economías mundiales vuelvan a la senda del crecimiento de forma equilibrada y sostenida.
"Eso significa poner en camino nuevas reglas y fortalecer las regulaciones de todos los centros financieros para que podamos poner fin a la codicia, el exceso y el abuso que nos ha llevado al desastre", ha sostenido.
Una serie de retos conjuntos que, ha vuelto a recordar, deben ser afrontados conjuntamente dejando las disputas a un lado.
"La elección es nuestra. Podemos ser recordados como una generación que optó por prolongar las disputas del siglo XX en el siglo XXI... o podemos ser una generación que se une para servir los intereses comunes de los seres humanos", ha concluido.