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San Wenceslao marca la agenda del Papa en su último día en la República Checa

  • El santo marca la fiesta nacional de un país muy indiferente en cuestión religiosa
  • El pontífice dice que existe una situación cultural que desafía a la fe
  • Iniciará la jornada con una oración ante las reliquias del patrono

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El Papa Benedicto XVI (C) lidera un encuentro ecuménico en Praga, (República Checa)
El Papa Benedicto XVI (C) lidera un encuentro ecuménico en Praga, (República Checa)

San Wenceslao es el patrono de una tierra mayoritariamente indiferente a la cuestión religiosa. Este lunes la República Checa celebra su fiesta nacional y el Papa iniciará la jornada con una oración ante las reliquias del santo más importante del país.

Es el último día de estancia del Papa en la República Checa que ha vivido posiblemente el acto de mayor convocatoria con la misa celebrada este domingo en una explanada junto al aeropuerto de Brno, segunda ciudad del país.

Además de reiterar los valores de la revolución que supuso el fin del comunismo, Benedicto XVI ha dicho a los checos que el país, como tantos otros, está viviendo una situación cultural que representa un desafío radical a la fe.

"La esperanza está relegada. Se la destierra al plano privado y ultraterreno mientras en la vida pública se habla de desarrollo científico y económico. Esto es un progreso ambiguo. El adelanto de la técnica es necesario pero no suficiente para garantizar el bien moral de la sociedad", finaliza el pontífice.

Posteriormente, durante un encuentro con representantes de otras religiones cristianas, el Papa alemán ha asegurado que el evangelio no es una ideología. No quiere bloquear la realidad dentro de rígidos esquemas.

Un encuentro con jóvenes llegados de todo el país es el acto más destacado de este día de fiesta en la República Checa.