Ascienden a 240 los muertos en Filipinas por la tormenta 'Ketsana'
- Las autoridades estiman en 1.870.000 las personas afectadas
- Las víctimas están desesperadas ante la escasez de comida, agua y ropa
- El Gobierno dice estar sobrepasado y pide ayuda humanitaria internacional
La cifra de muertos a causa de la tormenta tropical 'Ketsana' en Filipinas asciende a 240 personas, según el último balance del Gobierno del país asiático, que ha pedido ayuda a la comunidad internacional al verse desbordado por las devastadoras consecuencias de la catástrofe, las peores inundaciones desde hace 40 años.
Las autoridades estiman en 1.870.000 las personas afectadas de los 92 millones de habitantes del país. Unas 374.890 permanecen refugiadas en diversos e improvisados campamentos de evacuación.
El ministro de Defensa filipino, Gilberto Teodoro, ha hecho este lunes un llamamiento a "la ayuda humanitaria internacional (...) para abordar las consecuencias de la tormenta tropical Ketsana" y ha reconocido que los servicios de emergencias del país están "sobrepasados" por la magnitud de la tragedia.
"Ketsana representa un caso extremo que ha llevado al límite a nuestros servicios de emergencia", ha señalado por su parte la presidenta Gloria Arroyo. "Por el momento nos centraremos en la ayuda. Comenzaremos a reconstruir las infraestructuras y echaremos una mano a los aldeanos para reconstruir sus hogares", ha añadido.
Ayuda alimentara de la ONU
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas prestará asistencia alimentaria de emergencia a 180.000 personas desplazadas, ha dicho su representante en Filipinas, Stephen Anderson. La ONU proporcionará más de 740 toneladas de arroz a las víctimas en las zonas más afectadas.
Manila, ciudad de 12 millones de habitantes, donde ha sido decretado el estado de zona catastrófica, se inundó el sábado por las lluvias torrenciales que acompañaron a la tormenta tropical Ketsana.
"Nos centramos en las operaciones de socorro a gran escala. Pero esto supera al sistema, las autoridades locales han quedado obsoletas", ha dicho este lunes el jefe del Centro Nacional Coordinador de Desastres Anthony Golez.
"Estamos acostumbrados a intervenir en una ciudad, en una o dos provincias, pero esta vez era una llamada tras otra pidiendo auxilio. El material y los recursos humanos están mal distribuidos", ha agregado Golez.
Situación crítica
'Ketsana' golpeó el pasado sábado la ciudad de Manila durante nueve horas provocando graves inundaciones. En algunos lugares el nivel del agua ha alcanzado los seis metros.
La desolación reina en las calles de Manila, donde el 80% de la población se ha visto sumergida por la gran tromba de agua, según la Cruz Roja.
Dos días después de la gran tormenta, los barrios permanecen inundados y hay gente que todavía sigue atrapada en la segunda planta de sus hogares, según la televisión local.
Las víctimas que se refugian en los campamentos improvisados están desesperados ante la escasez de comida, agua y ropa, según informan las autoridades.
"Esperamos la llegada de un poco más de ayuda. Estamos tratando de movilizar nuestros propios recursos, pero necesitamos más", ha señalado a France Presse Armando Endaya, jefe de la aldea de Bagong Silangan, donde hay 3.000 personas afectadas.
"No tenemos dinero, ni familia. No sabemos qué hacer. Estamos a la espera de las raciones de comida", ha declarado Edgar Halog, un conductor de autobús de 44 años cuya casa ha sido destruida.
Ha esto hay que sumar el caos que provoca el corte del teléfono y la electricidad en gran parte de la ciudad y la advertencia del Gobierno ante la presencia de saqueadores.
En cuanto a las condiciones de salubridad, las autoridades aseguran hacer todo lo posible para evitar las epidemias, según ha señalado el ministro de Sanidad, Francisco Duque.