Francia entregará mañana al presunto etarra Mikel Otegi, acusado del asesinato de dos ertzainas
- Será trasladado a la Audiencia Nacional para ser juzgado
- En 1997 un jurado popular le absolvió y el Supremo anuló el juicio
- Ese mismo año se dio a la fuga hasta 2003, cuando fue detenido en Francia
- Desde entonces permanece en la prisión de Marsella por asociación de malhechores
El presunto etarra será entregado por Francia, donde cumple condena desde el año 2003 por asociación de malhechores. Durante este miércoles será trasladado desde la prisión de Marsella hasta la Audiencia Nacional.
Otegi está acusado de asesinar con una escopeta de caza a los ertzainas José Luis González e Iñaki Mendiluce en diciembre de 1995 en Itsasondo (Guipúzcoa).
Dos años después, fue absuelto por un jurado popular de San Sebastián que consideró que Otegi había sido autor de los disparos pero que no era consciente de su estado cuando cometió los crímenes.
Otegi era miembro de la entonces legal Jarrai. El que no fuera técnicamente miembro de ETA facilitó que el presunto terrorista no tuviera que enfrentarse directamente a un juez.
Se dio a la fuga tras anularse el juicio
Minutos después de que el Tribunal Supremo anulara el juicio y ordenara su repetición, en julio de 1997, Otegi se dio la fuga y no fue capturado hasta cinco años más tarde, cuando la policía francesa consiguió arrestarlo. Desde entonces cumple condena en este país por asociación de malhechores.
Mikel Otegi fue detenido el 23 de febrero del 2003 en Irulegi, a 70 kilometros de Bayona, y en compañía de Aloña Muñoa. Llevaba un arma y conducía un vehiculo robado. Durante los últimos cinco años había sido incluido en la lista de los terroristas más buscados de la Unión Europea.
Competencia de la Audiencia Nacional
La Audiencia Provincial de Guipúzcoa decidió en junio de 2005 que el nuevo juicio debía ser competencia de un tribunal de la Audiencia Nacional por tratarse de un asesinato con finalidad terrorista.
El hecho de que la Audiencia aceptara la competencia implica que el asesinato de los ertzainas no será analizado por un jurado popular y podrá ser castigado con una importante condena.