Las ONG elevan a 157 los muertos en Guinea y denuncian violaciones masivas
- Los datos proceden de los hospitales de Conakry y no contabiliza los cuerpos no recuperados
- Hay unos 1.250 heridos por la fuerte represión del ejército contra los manifestantes
- Varios testigos denuncian el maltrato y las violaciones a mujeres que se manifestaban
- El jefe de la Junta militar reconoce que sus hombres "perdieron el control"
Los grupos pro derechos humanos han elevado de 85 a al menos 157 los fallecidos y ha denunciado violaciones sistemáticas de mujeres en la represión del a manifestación de la oposición contra la junta militar en Guinea en el mayor estadio del país.
Así lo ha asegurado Thierno Maadjou Sow, presidente de la Organización Guineana de Derechos Humanos, que ha detallado que la cifra de muertos las han dado los hospitales de la ciudad de Conakry y que, por tanto, no incluye los cuerpos que no han sido llevados allí.
Además, se estima que más de 1.250 personas han resultado heridas en la violenta represión llevada a cabo por los militares, que abrieron fuego contra decenas de miles de personas que se manifestaban contra la posibilidad de que el actual jefe de la junta militar que dirige el país, el capitán Moussa Dadis Camara, se presentase a las elecciones del año que viene.
La oposición había dado otro balance de 128 muertos, contando las víctimas mortales que han llegado a dos hospitales de la capital, pero han matizado que los militares se han llevado cuerpos sin vida para que no se aprecie la magnitud de la matanza.
Por su parte, el capitán de las fuerzas armadas y líder militar contra el que se manifestaban los opositores, Moussa Dadis Camara, se ha limitado a reconocer que sus soldados "perdieron el control" en una entrevista con la radio francesa.
Violaciones masivas
El otro dato preocupante son las informaciones sobre las violaciones a mujeres cometidas en los alrededores del estadio por parte de los militares.
"Ví a los bojas rojas -un cuerpo de élite dentro de los militares- coger a algunas de las mujeres que trataban de huir, rasgarle las ropas y poner sus manos en sus genitales. Otros las golpeaban, incluso en los genitales", ha detallado un testigo a la ONG Human Rights Watch.
"Ví a varias mujeres desnudas y metidas dentro de los camiones militares, donde se las llevaron. No sé qué pasó con ellas", ha detallado otro testigo.
"Las violaciones comenzaron en el estadio. Algunos soldados han violado a mujeres", ha detallado Mamadi Kaba, presidente de la sección guineana de la Red Africana de Defensa de los Derechos Humanos (RADDHO).
Los abusos de los militares se habrían extendido el martes. "Los militares también van a los barrios a saquear las propiedades y a violar mujeres. Tenemos esta información que corroboran fuentes cercanas a la policía y los militares", ha detallado Kaba, que ha precisado que "muchos soldados y policías de acuerdo con eso ".
Golpe militar
La Junta que encabeza Camara se alzó con el poder en un golpe de Estado el 23 de diciembre de 2008, pocas horas después del fallecimiento del presidente Lansana Conte, que había ocupado el poder en Guinea durante 24 años.
El líder golpista, que se comprometió públicamente a asegurar la transición y organizar elecciones para devolver el poder a los civiles, dijo que no propugnaría personalmente su candidatura en las elecciones presidenciales, aunque puntualizó que sí lo podrían hacer "libremente" grupos o asociaciones favorables a su nominación.
Al mismo tiempo, Camara prometió que los demás miembros de la junta tampoco serían candidatos en las elecciones legislativas.
Las fuerzas vivas aseguran que no aceptarán de ninguna manera la candidatura de Camara y dudan de su capacidad para organizar unos comicios limpios y transparentes.
Según denunciaba en agosto Human Rights Watch, el régimen de Camara se ha caracterizado por "detenciones arbitrarias, restricciones a las actividades políticas y actos criminales por parte de los militares".
También conocida como 'Guinea-Conakry' o Guinea Francesa, el país tiene una de las economías más pobres del mundo, algo que contrasta con el hecho de que es uno de los lugares más ricos en minerales, una riqueza que no llega a sus aproximadamente 10 millones de habitantes.