Correa a su abogado: "Y si me preguntan si he dado dinero a esos señores, ¿yo qué les digo?"
- Una de las piedras angulares del caso Gürtel es un pendrive con la caja B de Gürtel
- En esta memoria están los documentos que explican quién recibió dinero y cuánto
- Correa propuso a su abogado afirmar que su contenido es todo un "montaje"
- "Es que sin ese pendrive no tendrían nada, me pongo malo", asegura Correa
- El letrado le dice a su cliente que él "negaría la realidad, que lo acrediten"
- El 'contable' de la caja B dice que las entregas grandes las hacían Crespo y Correa
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Una de las piedras angulares del caso Gürtel es un pendrive que recoge la contabilidad de la caja B de la trama corrupta, en la que aparecen implicados miembros del Partido Popular.
El presunto cabecilla, Francisco Correa, que se hacía llamar Vito Corleone, reconoce que el principal problema que tienen para su defensa es la existencia de este "puto" pendrive porque sin él, nada de esto habría ocurrido.
Correa propone incluso a su abogado afirmar que todo es un "montaje" e insiste en que él no es el cabecilla de la trama, que creó las empresas pero que hace "más de 10 años" no se encarga de la gestión empresarial.
Así se desprende de la transcripción de una conversación que mantuvo Correa con su letrado, José Antonio Choclán, en la prisión de Soto del Real el pasado 6 de marzo de 2009. El diálogo forma parte del los 17.000 folios del sumario sobre el que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha levantado el secreto.
En esta memoria USB, que tenía en su poder José Luis Izquierdo, uno de los ex concejales de Majadahonda (Madrid) que denunció la trama y que también está imputado, se recogen los nombres de las personas que presuntamente recibieron dinero negro de la red empresarial de Francisco Correa y las cantidades.
"Es que sin ese pendrive no tendrían nada, me pongo malo", dice Correa a su abogado. "En un momento determinado se puede decir que ese pendrive es un montaje que ha hecho Izquierdo con Pepe Peñas (el otro ex concejal que denunció la trama), ahí en el pendrive tienen que aparecer los pagos a Pepe Peñas, cuando era concejal de Majadahonda, él cobraba, todos los meses, le pagábamos nosotros".
El letrado intenta tranquilizar a Correa explicándole que el delito de cohecho implica que el pago de las cantidades esté "asociado a una decisión Administrativa contraria a Derecho que sea injusta o que se haya postergado". "Nosotros en ningún caso vamos a reconocer que los pagos que aquí (en el pendrive) se documentan estén asociados a una (inaudible) decisión administrativa", añade Choclán.
Cómo explicar los pagos
A Correa no le tranquilizan del todo las palabras de su abogado e insiste: "Y si me preguntan ¿usted le ha dado el dinero a esos señores? ¿yo qué les digo?"
El abogado afirma que "él negaría la realidad, que lo acrediten". Añade que el diría que "no reconoce la contabilidad que se llevaba por el señor Izquierdo, que no reconoce que esos pagos hayan existido en realidad" y que "desde luego en ningún caso para obtener a cambio una concesión administrativa".
Izquierdo involucra a Correa en la caja B
Sin embargo, esta línea de defensa que le propone el abogado a Correa choca directamente con lo que el propio Izquierdo explicó a Garzón el pasado 13 de febrero de 2009.
José Luis Izquierdo reconoce que el pendrive contiene "información sensible" sobre los delitos que se le imputan y que es "único" que existe, según le dijo Pablo Crespo, el número dos de la trama, que era el que le daba las órdenes de actualizar la contabilidad de la caja B.
Según explicó ante Garzón había dos tipos de gratificaciones: las de personas que pertenecían a la empresa y la de personas ajenas. Entre ellas estaba José Luis Peñas que junto a otro concejal de Majadahonda recibían del trama corrupta 3.000 euros cada uno al mes.
Los pagos gordos los hacían Crespo y Correa
Izquierdo relató a Garzón que era Crespo el que le decía, por ejemplo, "prepárame un sobre con 25.000 euros". Cuando las cantidades eran pequeñas, era él mismo el que las sacaba de una caja a la que tenía acceso.
En el caso de grandes cantidades, como algunas de 300.000 euros anotadas en la contabilidad B, las entregas las hacían "Pablo Crespo o el señor Francisco Correa" que decían a Izquierdo a anotara el dato.
Correa niega su implicación en la trama
Francisco Correa insiste, en su conversación con su abogado, en que él no tiene nada que ver con todo lo que está saliendo: "Me están imputando como si todo eso tuviera que ver conmigo y vamos yo no tengo nada que ver".
El presunto cabecilla creconoce que el creó en el año 95 "esta historia", pero que luego "se quitó del medio". Correa afirma que quién lo lleva ahora todo es Pablo Crespo, que el lleva ocho años sin ir por la oficina y que la televisión dice "burradas". "Aquí no hay ninguna trama. Hemos trabajado con un partido político y punto".
No quiere hacer daño a Crespo
Al abogado le parece bien insistir en la idea de que Pablo Crespo era el que lo llevaba todo. Sin embargo, Correa confiesa que "tampoco quiere perjudicar a Pablo en todos los sentidos".
José Antonio Choclán le tranquiliza: "No le vamos a perjudicar en absoluto, no sería conveniente porque seguro que Pablo reaccionaría (inaudible) y esa es una situación que no podemos aceptar".
Antoine Sánchez confiaba plenamente en su primo Correa
Por su parte, el tercero de los presuntos cabecillas de la trama, Antoine Sánchez, aún en prisión junto a Correa y Crespo, negó ante el juez Baltasar Garzón tener algún conocimiento de las actividades de la trama, pese a que era el accionista principal de las sociedades.
Sánchez, primo de Correa, asegura dejó "mano libre" a su familiar y a Crespo para gestionar sus empresas y que les había dado "completa confianza" y que pensaba que "todo estaba correcto". Por ello, se mostraba muy sorprendido por el desenlace de los acontecimientos -sus detenciones- y aseveraba que "este problema me ha caído como un jarro de agua fría".