El presidente checo recurre a una disputa histórica para bloquear el Tratado de Lisboa
- Se refiere a la expulsión de la minoría alemana de Checoslovaquia después de la II Guerra Mundial
- Afirma que si el Tribunal Constitucional checo no se pronuncia no ratificará el documento
- Quiere evitar futuras reclamaciones de propiedad por parte de esa minoría
- Klaus se niega a ratificar el Tratado pese a que fue aprobado por el Parlamento checo
- La República Checa es el único país que aún no ha aprobado el documento
La nota a pie de página que el presidente checo Vaclav Klaus quiere incluir en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, como condición para ratificar el Tratado de Lisboa, se refiere a la expulsión de la minoría alemana de Checoslovaquia después de la Segunda Guerra Mundial.
Más de tres millones de checo alemanes fueron expropiados y perdieron todo derecho a la ciudadanía checoslovaca tras la Segunda Guerra Mundial.
Según ha indicado el diario Hospodarske Noviny, el euroescéptico político conservador pretendería evitar que sus país reciba futuras reclamaciones de propiedad por parte de esa minoría que fue expulsada de los Sudetes checos por los decretos que emitió el presidente checoslovaco Edvard Benes en 1945.
"Tenemos los análisis de expertos de los que se infiere que será posible reavivar las reivindicaciones de propiedad. No podemos permitir que algún juez de Malta o España en un tribunal europeo, y que no conocen la historia de nuestra región, decida si los alemanes tienen derecho a recuperar su patrimonio", han asegurado fuentes de la Presidencia, según ese diario.
Esa exigencia, comunicada el jueves por Klaus al presidente de turno de la Unión, el sueco Fredrik Reinfeldt, implicarían reabrir el contenido del Tratado y amenazarían con retrasar aún más toda la reforma institucional de la Unión Europea.
Klaus, que se ha negado hasta el momento a ratificar el Tratado de Lisboa, pese a que fue aprobado por el Parlamento checo hace meses, ha dejado también claro que no ratificará el texto comunitario hasta que el Tribunal Constitucional checo se pronuncie sobre un recurso presentado contra el documento.
Esa apelación planteada la pasada semana, es el segundo intento de un grupo de senadores conservadores de bloquear la aprobación de Lisboa. Un primer recurso ya fue rechazado el pasado noviembre.
Tras el anuncio de que Polonia ratificará el Tratado, la República Checa es el único país entre los 27 socios de la Unión Europea que aún no ha aprobado el documento.
Aunque el 2005 el entonces Gobierno socialdemócrata checo ya pidió oficialmente excusas a los ciudadanos checoslovacos de origen alemán que se resistieron al nazismo pero tuvieron que abandonar Checoslovaquia tras la guerra, Praga ha rechazado siempre la posibilidad de conceder indemnizaciones.