Jóvenes militantes socialistas lanzan una campaña para que Sarkozy les "adopte"
- Las protestas están relacionadas con el enfado de Sarkozy por las críticas a su hijo
- Jean Sarkozy aspira a un importante cargo público en París
- Esperan que su nuevo "padre" les ofrezca un empleo a "tiempo completo y remunerado"
- Han colgado en su web un formulario para quien desee presentar una solicitud de adopción
Jóvenes militantes socialistas han lanzado una campaña para solicitar la "adopción" por parte del presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre el que llueven las acusaciones de nepotismo en relación con un importante cargo al que aspira su hijo, Jean Sarkozy.
Miembros del Movimiento de Jóvenes Socialistas (MJS) se presentaron ante el palacio del Elíseo, sede de la presidencia de la República, para entregar "peticiones" de adopción y aseguraron que invitan "a todos los jóvenes de Francia que buscan trabajo, una experiencia profesional, a que pidan ser adoptados" por Sarkozy.
En un comunicado, el MJS afirmó que con esta escenificación de la petición de adopción esperan que su nuevo "padre" sea capaz de ofrecerles "un primer empleo a tiempo completo y remunerado decentemente, lo que siete años de política de derechas no han permitido ni obtener ni siquiera esperar".
Los jóvenes militantes socialistas, organización vinculada al Partido Socialista, en la oposición, han colgado en su página de internet el formulario para quien desee presentar esa solicitud de adopción con el fin de que sea enviada por correo postal al Palacio del Elíseo.
"Ya es hora de que Nicolas Sarkozy comprenda que su papel de Presidente de la República es el de servir al pueblo y no el de servirse a sí mismo y a los suyos. Es hora de que ofrezca a cada joven de Francia las mismas oportunidades y posibilidades de éxito que da a sus hijos", afirman los militantes socialistas.
Mientras tanto continúa la polémica por la próxima designación del hijo de Sarkozy, que tiene 23 años y estudia segundo curso de la carrera de Derecho, al frente de un organismo que gestiona La Defense, el mayor barrio de negocios de Europa, junto a París.