Rechazan una demanda de injurias a Stalin en Rusia
- Un tribunal ha desestimando una demanda del nieto del dictador contra un periódico
- En un artículo se acusó al líder de ordenar personalmente matanzas de opositores
Un tribunal de Moscú ha desestimando una demanda del nieto de Stalin contra un periódico que acusaba al dictador de ordenar personalmente la ejecución de miles de ciudadanos soviéticos y extranjeros.
La demanda fue motivada por un artículo en el bisemanario liberal Nóvaya Gazeta que demostraba, basándose en documentos históricos, que Stalin firmaba personalmente las órdenes de ejecución y las entregaba al jefe de su policía política, Lavrenti Beria.
Yevgueni Dzhugashvili, el nieto de Stalin, acusó de difamación al periódico y al autor del artículo y reclamó una compensación moral de diez millones de rublos (330.700 dólares, 225.000 de euros).
Sin embargo, la juez del caso se ha negado este martes a admitir a trámite la demanda, lo que ha provocado en la sala aplausos de una parte del público y gritos de "vergüenza" desde las filas de los ancianos nostálgicos de la URSS que apoyaban a Dzhugashvili, según la agencia RIA-Nóvosti.
"Se ha hecho justicia y se ha impuesto la ley, lo que nos infunde esperanzas", ha declarado Alexéi Benetski, el abogado del autor del artículo, Alexéi Yáblokov, en alusión a la "neosovietización" de la actual sociedad rusa que denuncian los sectores liberales. Por su parte, Yuri Mujin, letrado del demandante, ha dejado abierta la posibilidad de apelar la sentencia del tribunal del distrito Basmanni de Moscú.
Guenri Reznik, abogado de la publicación, ha dicho que el Yáblokov exponía "hechos que son del dominio público" y que el Código Civil de Rusia no considera necesario demostrar. Además ha considerado "absurdas" las afirmaciones de Dzhugashvili de que su abuelo era "un humanista" y ha lamentado que "los demandantes aprovecharon este proceso como tribuna para sus ideas estalinistas".
"Stalin ha muerto, pero la adoración de Stalin sigue viva", dijo Reznik, en alusión a la creciente defensa del dictador en los medios oficiales rusos, donde se le califica de "gran estadista" y "eficaz gestor" del imperio comunista. El periódico defendía que el artículo en cuestión se basaba en documentos desclasificados de los servicios secretos.