La feria Frieze hace de Londres la capital mundial del arte contemporáneo durante unos días
- La feria Frieze es el centro de una semana de eventos comerciales y artísticos
- La crisis económica reduce este año el número de expositores
- También ofrece obras con muñecos o figuras boca abajo
- Juana de Aizpuru y Helga de Alvear, galeristas españolas en la cita artística
La feria internacional Frieze, que abre este jueves sus puertas al público en el Regent's Park de Londres, es el evento central de una semana en la que marchantes y coleccionistas confluyen sobre la capital británica.
En torno a esa feria, las salas de subastas organizan importantes ventas de "arte de posguerra y contemporáneo", aprovechando la numerosa presencia de potenciales compradores de abultada cartera, tanto europeos como de otros continentes.
Con todo, tanto Christie's como Sotheby's han moderado sus expectativas, y si bien se insiste en que sigue habiendo una demanda de arte de calidad, lo cierto es que esta vez la oferta es menos abundante y quienes compran arte como especulación van a tener más cuidado que otros años con los artistas vivos.
Incluso el británico Damien Hirst parece haber abandonado de momento sus calaveras de diamantes y otras extravagancias capaces de atraer a nuevos ricos y ha decidido coger otra vez los pinceles aunque con un resultado desastroso, a juzgar por los comentarios unánimes de la crítica, que se mostraba este miércoles inmisericorde con su osadía de exhibir sus "mediocres" pinturas junto a obras de los grandes maestros.
La crisis también llega a la feria Frieze
Parece ya cosa de un pasado lejano cuando se pagaban 33,6 millones de dólares (22,5 millones de euros) por una mujer abundante en carnes, desnuda y dormida en un sofá (Lucian Freud) o una subasta organizada por el propio Hirst de su obra, que lograba una recaudación de más de 100 millones de euros (149 millones de dólares).
La crisis se ha hecho también sentir en Frieze, cuya sección principal se limita este año a 135 expositores, once menos que el año pasado. Se ha incrementado, en cambio, el número de una sección especial titulada "Frame", dedicada a galerías pequeñas que no pueden pagar tanto.
Lo primero con lo que se topa el visitante al entrar en la feria es una especie de espejo dorado y cóncavo de Anish Kapoor, artista de origen indio al que la Royal Academy of Arts dedica ahora una gran retrospectiva, así como un gran pabellón triangular de cristales transparentes del estadounidense Dan Graham.
Fotografías, pinturas obscenas, vitrinas llenas de basura
A continuación, se acumulan las rarezas. Los muñecos de la francesa Julian Opie, las fotografías de paisajes asiáticos del alemán Andras Gursky, las disparatadas identidades de Sherman, la británica Tracey Emin masturbándose en dibujo y gritando a quien quiera oirla su angustia existencial...
Hirst nos muestra una de sus ya famosas vitrinas, esta vez llena de instrumentos quirúrgicos, bajo el título de "La Noche de los Cuchillos Largos".
En una rápida visita a la feria, no se puede evitar la impresión de que la tendencia de buena parte del arte actual es la de converger con el diseño: un arte que parece hecho muchas veces para foyers de bancos o de hoteles, o para casas de moda como la que patrocina alguno de los premios.
Dos galeristas españolas en la feria
Eso no significa que no haya en Frieze como en años anteriores obras de gran calidad, algo en que insisten las dos galeristas españolas presentes: dos veteranas como son Juana de Aizpuru y Helga de Alvear.
La primera, que celebra en el 2010 los diez años de apertura de su galería, y que asiste desde 1982 a ferias internacionales, se muestra optimista porque ha vendido ya tres piezas el primer día, reservado a los coleccionistas y la prensa.
Entre las que ha traído a Frieze hay dos obras del polaco Miroslav Balka, artista de quien, por suerte para ella, acaba de inaugurarse su instalación en la galería Tate Modern, lo que le ha dado una gran cobertura mediática.
Helga de Alvear también ha vendido el primer día (una gran foto de Santiago Serra). Está orgullosa porque una de las suyas, una figura de Michael Elmgreen e Ingar Dragset, ha salido reproducida en la portada de la edición que "The Art Newspaper" dedica diariamente a la feria.