"¿Qué es más fácil de entender, Google Wave o el Nobel de la Paz a Obama?"
- La Red, dividida entre si lo último de Google es "brillante" o "sirve para algo"
- La primera pregunta que uno se plantea es: "¿Cómo funciona esto?"
- Se suceden las críticas e ironías sobre su dificultad de uso
Internet se encuentra dividida entre críticas y halagos ante Google Wave. El último producto del buscador empieza a extenderse poco a poco gracias a las invitaciones y mientras unos lo califican como "el sucesor del correo electrónico", otros tratan de averiguar cómo funciona.
Lo cierto es que intuitivo, lo que se dice intuitivo, no es. Sin olvidar que es una Beta, cuando uno entra en Google Wave el primer pensamiento que le aborda es: "¿Cómo funciona esto?", ¿qué es una wave?, ¿y eso del ping?". Y por mucho que el contacto que Google te regala por defecto, el Doctor Wave, te muestre vídeos explicativos de cómo usarlo, al cabo de un rato vuelves corriendo a los seguros brazos de tu Gmail.
No es fácil de usar, ni de explicar, aunque se podría resumir en una herramienta que combina e-mail, chat, servicios para compartir fotos, documentos, mapas y permite conversaciones simultaneas entre diferentes contactos, que a su vez se pueden modificar al estilo "wiki".
Es algo que choca con la filosofía de la compañía, que siempre se había caracterizado por su sencillez. Su correo es limpio y intuitivo, su herramienta de chat, Gtalk, carece de muchas de las cosas innecesarias que tiene el Messenger y el buscador de Google es el colmo de la eficacia y el minimalismo.
En la Red crecen exponencialmente las opiniones sobre Wave. En Twitter aparece a diario en el top de los términos más comentados, pero aunque la mayoría de los twitteos siguen haciendo referencia a cómo conseguir una invitación para probarlo, cada vez son más los que ya le han hincado el diente a la beta y lo califican de "complicado".
“Está tan hinchado que parece de Microsoft“
En la revista Slate, su experto en tecnología explica su experiencia de uso y afirma que "Google Wave está tan 'hinchado' que parece hecho por Microsoft". Lo más criticado por Farhad Manjoo es lo incómodo que le resulta que las conversaciones se transcriban en vivo.
Cuando escribes en Wave tu interlocutor ve en tiempo real tus rectificaciones, ya que no hace falta que le des a 'enviar' para que se lea la frase que estás creando antes de que hayas terminado. "El chat en Wave es como estar hablando con un lector de mentes", asegura.
En el portal ZdnetAustralia, especializado en tecnología, también le han dado vueltas a "¿Para qué sirve Google Wave?". Renai LeMay hace un repaso a las alabanzas que la prensa dedicó en un primer momento al anuncio de lo nuevo de Google y lo contrasta con su propia experiencia: "Siento ser aguafiestas, pero he estado una semana entreteniendome con Google Wave y todavía no tengo ni idea para que demonios sirve".
Otros tratan de ser más constructivos. Es el caso de Inti Acevedo, del blog Alt1040, uno de los más visitados de la blogosfera hispana. Acevedo afirma tener "sentimientos encontrados" ante Wave y aunque tras "cinco minutos" se aburrió "profundamente", abre la puerta a que después de la beta la herramienta pueda "mejorar sustancialmente".
"Más difícil que el cálculo vectorial"
Mientras Google trata de perfeccionar su última creación, cuya beta estará abierta para todos a finales de año, la ironía en la Red se ha vuelto a poner por delante. La web "Wich easier to understand: Google Wave or..." presenta a sus visitantes dos opciones de respuesta sobre qué es más fácil de usar. Una de ellas siempre es Google Wave, que se contrapone con alternativas de todo tipo cada vez que le das a F5.
Así, mientras suena de fondo la canción Complicated de Avril Lavigne, el usuario puede votar si es más fácil de entender Google Wave o la metafísica, Google Wave o las mujeres/hombres, Google Wave o que Obama haya ganado el Nobel de la Paz... En la mayoría de los casos pierde Wave, es más fácil entender la cirugía cardiotorácica, el cálculo vectorial o nuestra propia existencia.
Pierde en casi todo menos frente a Obama, cuyo premio en estos momentos todavía causa más estupor en la Red que lo último de Google.