Aparece un nuevo foco de incendio en el subsuelo de Las Tablas de Daimiel
- Ha aparecido a unos 150 metros del incendio de turbas que se mostraba más activo
- La sequía provoca que la turba bajo tierra se oxide y entre en autocombustión
En el subsuelo del parque nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) ha aparecido un nuevo foco de turbas en combustión, en el cauce seco del río Guadiana.
El nuevo lugar en donde han comenzado esta mañana a aparecer nuevas fumarolas que indican que el fuego se ha activado en esta otra zona del Parque Nacional se le conoce por el nombre de "El Ojillo" y se encuentra aguas abajo de la represa del Morenillo.
Este lugar se encuentra a unos 150 metros de distancia de la Isla de Las Cañas, el punto donde hasta el momento se mostraba más activo el incendio de turbas, y en el que han venido trabajando en su extinción con mayor intensidad los equipos técnicos del parque nacional.
Con la aparición de este nuevo foco, son ya tres los lugares en los que en los últimos meses se ha detectado actividad de turbas en ignición bajo la tierra, puesto que con anterioridad también se detectó otro en el entorno del molino de Molemocho.
Por la sed de las Tablas de Daimiel
Los incendios de turbas se producen como consecuencia de la grave situación de sequía que afecta al Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.
La sequía de las zonas que tradicionalmente venían estando encharcadas y que desde hace décadas han dejado de estarlo ha provocado que se reduzca el volumen de la materia orgánica que conforma la turba, contrayéndose y originando profundas grietas, por donde el aíre penetra y oxida esta materia.
La entrada de viento hace aumentar el proceso de oxidación hasta provocar que las turbas entren en autocombustión, lo que da lugar a la formación de un "gran brasero" bajo la tierra, que provoca que la temperatura llegue a alcanzar los 220 grados centígrados.
Desde que se detectaron los primeros focos del incendio de turbas los técnicos del parque nacional se han venido afanando en hacer frente a la extinción y propagación del mismo, tratando de compactar el terreno y realizando aportes continuos de agua sobre las áreas más calientes del terreno.