Obama desvela su nueva estrategia para Sudán

• Obama aplicará la política del palo y la zanahoria
• Esta misma semana, renovará las sanciones contra el régimen de Jartum
• No obstante, ofrece incentivos si el gobierno trabaja por la paz
• Obama califica de genocidio el conflicto en Darfur
• Sudán replica que el adjetivo es "desafortunado"

Obama ha desvelado su nueva estrategia para Sudán. En esencia, es otro ejemplo de la política del palo y la zanahoria que aplica la nueva administración estadounidense en la escena internacional.

En principio, Obama renovará las sanciones contra el régimen de Jartum esta misma semana, dado que "Sudán está abocada a hundirse más en el caos si no toma medidas rápidamente".

Incentivos para acabar con el genocidio de Darfur

El presidente de Estados Unidos ha calificado directamente de "genocidio" la catástrofe que sufre la región sudanesa de Darfur. Naciones Unidas estima que el conflicto secesionista se ha cobrado ya 300.000 vidas y ha dejado 2 millones de refugiados.

El régimen sudanés considera "desafortunado" el calificativo, aunque es el adjetivo que viene utilizando Estados Unidos en sus tensas relaciones con este país.

Ante esta catástrofe, Obama ofrece "incentivos" al gobierno sudanés si "toma medidas para mejorar la situación sobre el terreno y avanzar en la paz". En realidad, el país africano sufre dos heridas: el conflicto entre el Norte y el Sur de la nación, y la catástrofe de Darfur, de raíz étnica y política.

Un presidente en busca y captura

La Corte Penal Internacional de La Haya ha emitido este año una orden de arresto contra el presidente sudanés, Omar Hassan Al Bashir, por crímenes de guerra y de lesa humanidad. La orden se basa en las atrocidades cometidas en Darfur y en los obstáculos para aplicar los acuerdos de paz entre el Norte y el Sur.

Según el acuerdo firmado en 2005, el Sur obtiene un régimen semiautónomo y debería celebrar elecciones el próximo mes de abril. En 2011, la región votaría si quiere separarse del resto del país.

Un largo castigo

Sudán ha estado sometida a las sanciones estadounidenses desde 1997. Washington acusa a Jartum de apoyar el terrorismo internacional. El ex presidente Clinton bombardeó una fábrica farmacéutica en 1998 en represalia por los atentados contra las embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania.

A pesar de las sanciones, Sudán ha conseguido desarrollar su industria petrolífera gracias a la ayuda de las empresas chinas. En la actualidad, produce medio millón de barriles diarios.