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El líder ultraderechista británico defiende sus puntos de vista en la BBC

  • El líder ultraderechista británico, Nick Griffin, ha negado ser nazi
  • Se ha declarado víctima del "establishment ultraizquierdista"
  • Cientos de personas han protestado contra la intervención del líder del BNP

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El líder ultraderechista británico defiende sus puntos de vista en la BBC

El líder del ultraderechista británico, Nick Griffin, ha conseguido este jueves que la cadena pública BBC se convirtiera en la tribuna para exponer una versión moderada del Partido Nacional Británico (BNP), la formación política que preside y que defiende recuperar la supremacía blanca en el Reino Unido.

En medio de una gran controversia por la decisión de la BBC de invitarle a su programa 'Question Time', Griffin ha negado ser un nazi, pese a que ha negado el Holocausto, y se ha declarado víctima de una conspiración del "establishment ultraizquierdista, que ni siquiera quiere que los ingleses sean reconocidos como un pueblo".

Protestas y detenciones

Cientos de personas se han concentrado durante todo el día frente a la sede de la BBC para protestar contra la intervención del líder del BNP, cuyo partido, que rechaza en sus estatutos la pertenencia a ciudadanos que no sean blancos consiguió 900.000 votos en las elecciones europeas y obtuvo dos representantes en Bruselas.

Tres personas fueron detenidas al intentar entrar por la fuerza en las instalaciones de la BBC, cuya dirección justificó la decisión de invitar a Griffin a sus estudios, pese a su defensa de políticas que vulneran la legalidad, en el respeto a la libertad de expresión.

No soy un nazi y nunca lo he sido

"No soy un nazi y nunca lo he sido", ha dicho Griffin, que en el pasado ha reconocido que cuando era un adolescente leyó con interés 'Mein Kampf', que ha manifestado que "quizá Adolf Hitler fue un poco lejos", que ha considerado el Islam una religión "malvada y salvaje" y que ha expresado su "asco" cuando ve a dos hombres besarse.

Escoltado hasta la BBC

Visiblemente nervioso en el inicio del programa, al que tuvo llegar escoltado, y con la audiencia y el resto de participantes en el programa en su contra, Griffin ha buscado ofrecer una imagen de moderación y negar muchas de las declaraciones que se le atribuyen.

No se ha retractado, sin embargo, de su opinión sobre el Islam, "porque entre otras cosas considera a las mujeres ciudadanas de segunda", y ha argumentado que "si los musulmanes permanecen en este país deben tener en cuenta que este debe seguir siendo un país británico y cristiano, basado en valores democrático y no en los del Corán".

Tampoco ha retirado su afirmación de que los últimos Gobiernos del Reino Unido han organizado "un calculado genocidio contra el pueblo aborigen de estas islas", es decir, contra "los ingleses, escoceses, irlandeses y galeses que han vivido aquí los últimos 17.000 años".

Preguntado sobre si con eso se refería a la población de raza blanca, teniendo en cuenta que en el pasado ha expresado su deseo de "tener un Reino Unido con un 99% de población blanca", ha contestado: "el color de la piel es irrelevante".

Hostil recibimiento

Entre los otros invitados al programa estuvo el ministro de Justicia, el laborista Jack Straw, quien ha destacado que, al igual que los nazis, el BNP defiende el concepto de raza, "algo que lo distingue del resto de los partidos políticos".

Straw ha considerado que el programa ha dejado claro que el líder del BNP no es más que "un aficionado a las teorías de la conspiración, que basa sus políticas en la raza, en lugar de en los valores".

Tras el programa, Griffin ha declarado a la agencia local de noticias PA que no le ha sorprendido el "hostil" recibimiento que se ha encontrado en el público participante, porque "nos han puesto en Londres, donde la población indígena está en minoría y donde no tenemos mucho apoyo".

En cualquier caso, este licenciado en Derecho por la Universidad de Cambridge, de 50 años y padre de cuatro hijos, ha conseguido una gran publicidad para un partido, heredero del fascismo británico, que hasta hace un par de años era una formación residual y que en las últimas 24 horas ha marcado la agenda política del Reino Unido.