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España usará la base de Tayikistán como solución transitoria hasta alcanzar un acuerdo

  • Este martes se usa por primera vez con la llegada de un vuelo con relevos
  • España negocia con el país para instalar una base permanente
  • También negocia con Kirguizistán para seguir utilizando la base de Manás

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Un avión con militares españoles llegará este martes a Dusambé (Tayikistán), un emplazamiento que será utilizado por primera vez, y de momento de forma temporal, como base alternativa a Manás (Kirguizistán) para las rotaciones de personal y material con destino a Afganistán, han informado fuentes del Ministerio de Defensa.

El departamento de Carme Chacón ha afirmado que ya se han tramitado todos los permisos necesarios para poder utilizar Dusambé, cuyo uso es posible por un acuerdo de la OTAN que permite el tránsito de personal y tropas de la Alianza.

La Cancillería de Tayikistán informaba este lunes de que aún no había recibido solicitud por parte de España.

Asimismo, Francia, que ya usa esta base, está dispuesta a apoyar el tránsito de los militares españoles hacia Afganistán, que comenzará con la llegada de un vuelo con la primera rotación de los relevos de la misión que se prolongarán entre octubre y noviembre.

Una solución transitoria

El uso de este aeropuerto es una solución transitoria, aunque España negocia con las autoridades de Tayikistán para lograr instalar una base permanente en este emplazamiento, según han precisado las mismas fuentes.

España negocia en paralelo con las autoridades de Kirguizistán el uso de la base de Manás, aunque de alcanzarse un acuerdo sería para conseguir una "base de tránsito". Estos contactos vienen produciéndose desde el mes de julio.

El pasado 13 de octubre venció el convenio que España tenía con Kirguizistán para usar la base de Manás, lo que ha obligado a replegar a la base de Herat (Afganistán) a los sesenta militares españoles y los dos aviones Hércules C-130 destacados hasta ahora en Manás. El país asiático manifestó su intención de no permitir el uso de esa base, que España ha utilizado durante siete años, mientras se negocia un nuevo acuerdo.