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La víctima de Polanski solicita que se retiren los cargos contra el cineasta

  • Samantha Geimer alega consecuencias negativas en su salud
  • Su abogado afirma que "podría perder su trabajo"
  • La mujer se siente acosada por los medios de comunicación
  • Polanki continúa retenido en Suiza a la espera de la extradición a EE.UU.

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Samantha Geimer, subject of the HBO Documentary "Roman Polanski: Wanted and Desired", arrives at its premiere in New York
Samantha Geimer, en una fotografía tomada en 2008.

Samantha Geimer, víctima del caso Polanski, ha pedido este martes a un tribunal estadounidense que retire los cargos contra el cineasta por las consecuencias negativas que estaba teniendo en su vida actual, ha informado el diario Los Ángeles Times.

Geimer ha acudido a la Corte de Apelaciones en Los Ángeles, que revisa la situación judicial de Roman Polanski, para intentar conseguir que los magistrados desestimen los cargos que pesan sobre el cineasta desde 1977, cuando fue denunciado por abusar sexualmente de ella.

El realizador, ganador de un Óscar por "The Pianist" (2002), se declaró culpable en 1978, pero se dio a la fuga antes de que finalizara el procedimiento judicial.

existe la posibilidad real de que Samantha pudiera perder el trabajo

Su reciente apresamiento en Suiza, donde continúa retenido a la espera de la extradición a EE.UU., ha vuelto a llevar a Geimer a los medios de comunicación lo que ha tenido consecuencias en su salud y en su vida laboral, "con la posibilidad real de que Samantha pudiera perder el trabajo", ha afirmado su abogado Lawrence Silver.

Desde el arresto de Polanski, Geimer ha recibido 500 llamadas de reporteros de lugares como Alemania, Israel o Japón, ha sido requerida por los principales programas de televisión de EE.UU. y los paparazzi han cercado su domicilio en Hawai.

Incluso le han llegado a ofrecer regalos a cambio de su testimonio, ha publicado el diario angelino.

Geimer, de 46 años, tenía 13 cuando declaró ante un tribunal en contra de Polanksi y aseguró que el director la violó durante una sesión fotográfica.

En 1993 Polanski y Geimer llegaron a un acuerdo para enterrar el asunto