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Alemania juzga a un ex miembro de las SS 50 años después de ser condenado

  • Heinrich Boere, de 88 años, está acusado de matar a tres holandeses
  • Fue condenado por estos crímenes en ausencia en Holanda en 1949
  • Consiguió huir de la Justicia y se refugió en un pueblo alemán durante décadas
  • Se trata de uno de los últimos juicios contra un nazi en Alemania

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La justicia alemana ha abierto el proceso contra el ex miembro de las SS hitlerianas Heinrich Boere, acusado de la muerte de tres miembros de la resistencia holandesa contra el Tercer Reich hace más de 65 años y que durante décadas esquivó su condena.

La audiencia de Aquisgrán (oeste del país) ha iniciado el que se considera uno de los últimos procesos en Alemania por crímenes del nazismo, junto al que comenzará en Múnich el 30 de noviembre contra el ucraniano John Demjanjuk, de 89 años, por la muerte de 27.900 judíos.

A Boere, de 88 años, se le imputa la muerte de tres resistentes holandeses, como miembro de un comando ejecutor de las SS cuyo cometido consistía en presentarse en los domicilios de sus víctimas y, tras cerciorarse de su identidad, matarlos a tiros.

El procesado fue condenado a muerte en un juicio en ausencia celebrado en Amsterdam en 1949, sentencia que posteriormente le fue conmutada por una cadena perpetua que tampoco se le llegó a aplicar.

Matar a miembros de la resistencia

Boere formó parte de un comando de las SS en la Holanda ocupada que se estima que asesinó entre 1943 y 1944 a 50 miembros de la resistencia. La acusación se centra en tres casos de resistentes, los hijos de dos de los cuales acuden como acusación particular.

El encausado cayó preso antes de acabar de la Segunda Guerra Mundial, pero en 1947 logró huir de su campo de prisioneros.

Durante siete años estuvo oculto en Holanda, luego entró en Alemania y en 1954 regresó a su localidad natal, Eschweiler (junto a Aquisgrán). Nunca ocultó su identidad ni escondió, a quien se lo preguntó, que había matado a esas personas.

Vivió sin sobresaltos todo este tiempo, hasta que en 2000 el fiscal Ulrich Maas, al frente de la Oficina Central sobre los Crímenes del Nazismo, abrió investigaciones sobre su caso.

Maas visitó a Boere en la residencia de ancianos de Eschweiler en 2008, le leyó el pliego de acusaciones e instruyó el sumario. El procesado recurrió al Tribunal Constitucional, pero la cámara consideró que su dolencia cardíaca no era obstáculo para el juicio.

Labor de mosaico

El proceso tardío contra Boere es exponente de lo que la historiadora experta en procesos a criminales nazis Edith Raim califica de "lenta labor de mosaico" de la justicia alemana.

"Los fiscales alemanes de hoy están recomponiendo las piezas que abandonaron otros países, sea Holanda, Estados Unidos o Israel", apuntaba Raim, en un encuentro con medios extranjeros.

Los casos de Demjanjuk y Boere son distintos, pero ambos suponen un intento reparador de Alemania, por responsabilidad histórica, con respecto a presuntos criminales nazis aún evadidos.

En Alemania, recuerda Raim, prevalece el principio, según la resolución de 1979 del Parlamento, de que el asesinato y el genocidio no prescriben.