Fin de fiesta con fuegos artificiales en la 54ª Seminci
- La enviada de Radio Nacional hace su particular crónica del festival
- Vicente Aranda lamenta la falta de consideración de "los del cine"
- Candela Peña nos hace llorar en La isla interior
- Geraldine Chaplin viste una chaqueta de su padre... Una reliquia
- Recomendamos con entusiasmo Un lugar para quedarse, de Sam Mendes
Este jueves hemos compartido el día con el equipo de La isla interior, que supone la cuarta película española a concurso aspirante a la Espiga de Oro, un premio que hemos visto varias veces de cerca, en manos de, por ejemplo, Goran Paskaljevich, que tiene dos y lo intenta otra vez con Honeymoon.
Es un placer siempre reencontrarse con ciertos cineastas. Este jueves me ha pasado con Arturo Ripstein y su mujer, Paz Alicia Garciadiego. Él está de jurado pero hasta ahora no nos hemos sentado un rato a comentar y es un placer siempre hablar de cine con gente de esta categoría.
Lo mismo digo de Vicente Aranda. Es admirable la capacidad de trabajo que tiene después de cerca de cincuenta años haciendo cine en los que ha dado grandes títulos al cine español.
Aranda, que sigue luchando contra viento y marea para levantar sus proyectos, lamenta , siempre peleón, la falta de consideración que tienen los del cine. Este viernes presenta Luna caliente con un actor para mí de culto, Eduard Fernández, un hombre que nunca falla el tiro. Pero Aranda, convencido de que su sino es descubrir, apuesta por Thaïs Blume.
Dramón de tintes almodovarianos
Me ha hecho llorar Candela Peña con una escena tremenda, merecedora de premio, en La isla interior, en la que se encara por fin a un padre que abusó de ella.
Aunque afortunadamente no hayamos vivido situaciones tan llevadas al extremo, creo que nadie quedará al margen porque ¿quién no ha escapado a controles familiares?, que es de lo que habla el film.
Con esta película de tintes almodovarianos, Félix Sabroso y Dunia Ayuso se confirman como narradores de amplio registro porque esta vez han tapado el tarro de las risas para adentrarse en el drama de esta familia con un pacto de silencio que me rió yo de los de la mafia calabresa. Los trapos sucios ya se sabe que se lavan en casa pero es que estos han tardado demasiado en hacer la colada y luego pasa lo que pasa que es mucho.
Rozando la chaqueta de Chaplin
Uno de los mejores momentos del día debemos agradecérselos a otra de las protagonistas de este film bastante almodovariano por cierto, la siempre deslumbrante Geraldine Chaplin. Con toda naturalidad, nos contaba que la chaqueta que llevaba puesta era de su padre y que la adquirió Charles Chaplin en Japón en los años treinta... La carne de gallina nos ha puesto.
Antes de ir a la fiesta que esta troupe prepara en el Museo de la Ciencia, hemos podido ver ya la película que cierra el certamen, Un lugar para quedarse, de Sam Mendes, y la vamos a recomendar con entusiasmo.
Es una película 10 que nos habla con humor e inteligencia de la responsabilidad que supone ser padres y de como esa circunstancia te obliga a ubicarte en la vida. Montados en la road movie, conoceremos a la exótica familia de la pareja de treintañeros que protagoniza el film, una película lúcida y brillante que será, sin duda, broche de oro para la Seminci.