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Una delegación estadounidense llega a Birmania para el primer encuentro de alto nivel en 14 años

  • Dos diplomáticos viajan al país asiático para reunirse con la Junta Militar
  • La líder opositora Suu Kyi avala este giro de la Administración Obama
  • Los militares gobiernan con mano de hierro el país desde 1962

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Dos diplomáticos de Estados Unidos se han convertido este martes en los funcionarios de mayor rango de su país en visitar Birmania (Myanmar) desde 1995, con el objetivo de impulsar el diálogo con la Junta Militar y tratar el posible levantamiento de las sanciones económicas.

El secretario de Estado adjunto para Asia Oriental y Pacífico, Scott Campbell, y el vicesecretario del mismo departamento, Scott Marciel, han llegado a la antigua capital de Rangún, desde donde tenían previsto trasladarse a la fortaleza del régimen en Naypidaw para reunirse con el primer ministro, general Thein Sein, según Washington. No está prevista una cita con el jefe de la Junta, Than Shwe.

El miércoles regresarán a Rangún para entrevistarse con la líder opositora y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, quien respalda la visita dentro del nuevo giro en la política exterior de Washington respecto a Birmania. Suu Kyi vive bajo arresto domicilario la mayor parte del tiempo desde hace 20 años. En agosto fue condenada de nuevo por recibir la extraña visita de un ciudadano estadounidense en su casa.

En agosto, un senador estadounidense ya se entrevistó con el primer ministro brimano y consiguió la extradición de ese intruso.

Desde su llegada a la Casa Blanca, el presidente Barack Obama ha expresado su deseo de entablar un diálogo con el régimen birmano, sobre el que mantiene en vigor las sanciones en respuesta a la falta de respeto a las libertades básicas.

La jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, ha sugerido que Washington podría suavizar o incluso levantar en el futuro ese castigo si la Junta Militar demuestra que quiere promover reformas democráticas. La última misión estadounidense de alto nivel al país la protagonizó en 1995 la entonces embajadora ante la ONU Madeleine Albright.

Birmania vive bajo una dictadura militar desde 1962 y no celebra elecciones desde 1990, cuando el partido de Suu Kyi arrasó al de los generales, que todavía se resisten a acatar aquel veredicto de las urnas. Debido a su última sentencia, la líder disidente no podrá tomar parte en la próxima convocatoria, prevista para el año que viene y calificada de farsa por la oposición.