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Las elecciones locales ponen a prueba a Obama y al ala conservadora de los republicanos

  • EE.UU. celebra tres elecciones locales este martes
  • Son las primeras desde que Obama alcanzara la presidencia
  • Obama se juega su capital político en Nueva Jersey
  • El resultado es un primer termómetro de su liderazgo
  • Nueva York determinará la futura estrategia de los republicanos

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Estados Unidos celebra elecciones locales un año después de la victoria de Barack Obama en las urnas

Estados Unidos celebra este martes tres elecciones locales: los gobernadores de Virginia y Nueva Jersey, junto con un escaño al parlamento del estado de Nueva York. Amén de varios alcaldes. Son comicios "fuera de temporada". La verdadera contienda será el año que viene, cuando se renueve un tercio del Senado, toda la Cámara de Representantes y buena parte de los gobernadores.

Aún así, el resultado de hoy puede servir de termómetro de la gestión de Obama. Es cierto que nada cambiará en la aritmética del Capitolio, que tramita reformas clave como la sanitaria, la financiera o los derechos de emisión para atajar el cambio climático. Pero sí que puede alterar el peso político del Presidente, y con él, su influencia para llevarlas a buen término.

La partida se dirime en Nueva Jersey

Obama ha invertido su capital político en Nueva Jersey, un estado tradicionalmente demócrata. El presidente ha apoyado públicamente al candidato a gobernador de su partido, Jon Corzine. La última vez, el pasado domingo. Las encuestas están muy igualadas; el aspirante republicano, Christopher Christie, se está beneficiando del menguante apoyo al único candidato independiente.

Si los republicanos ganan esta plaza, pueden decir que han barrido este martes. Los analistas hablarán de que Obama tiene problemas. Y la ola se sumará a la caída que sufre el Presidente en las encuestas. La media que elabora Pollster refleja que Obama ha perdido la cota del 50% en respaldo popular. Y viceversa, si los demócratas ganan Nueva Jersey, la Casa Blanca lo esgrimirá como victoria propia.

Conservadores frente a moderados

En las otras dos elecciones, los sondeos dan como ganadores a los republicanos pero estos se juegan la estrategia para recuperar la Casa Blanca. El candidato republicano a gobernador de Virginia, Robert McDonnell, aventaja en diez puntos al demócrata, Creigh Deeds. El actual gobernador, el demócrata Tim Kaine, que sonó como vicepresidente de Obama, no se presenta por haber agotado los dos mandatos.

Sorpresas al margen, McDonnell representa el ala moderada del GOP, el Grand Old Party. En esta campaña, se ha distanciado claramente de las posiciones más conservadoras que defendió otros años. Su victoria supondría un varapalo en un estado que votó por Obama el pasado 4 de noviembre.

La rivalidad entre los sectores del partido se pone realmente a prueba en la tercera contienda. El distrito 23 del estado de Nueva York ha votado republicano los últimos cien años. El candidato conservador, Douglas Hoffman, se ha impuesto sobre la alternativa más moderada, Dede Scozzafava, que defendía el aborto y los derechos para los homosexuales. Hoffman ha recibido el apoyo de figuras como Sarah Palin, que abogan por volver a las raíces republicanas para ganar la presidencia. Una derrota en Nueva York tendría efectos demoledores sobre este sector.