Al menos 13 muertos y 30 heridos en un tiroteo en una base militar de Texas
- El agresor, el comandante Nidal Malik Hasan, ha abierto fuego en el centro médico
- Fue dado por muerto pero ha sobrevivido y está en condición estable
- Ejercía de psiquiatra y nació hace 39 años en Virginia, de padres jordanos
- El presidente Obama califica el suceso de "espantoso arrebato de violencia"
- El FBI y el Pentágono investigan las circunstancias
- El Ejército cree que Malik Hasan actuó en solitario
- La base de Fort Hood tiene el record de suicidios
Al menos 13 personas han muerto y 30 han resultado heridas en un tiroteo en la base militar de Fort Hood, en Texas, Estados Unidos, según ha confirmado el teniente general de la base, Robert Cone. Varios de los heridos están en estado crítico. Todas las víctimas son adultos y al menos uno de los fallecidos era civil.
Un militar, el comandante médico Nidal Malik Hasan, ha abierto fuego en una de las instalaciones de la base. La policía militar ha repelido los disparos. El tiroteo ha tenido lugar en el centro médico donde los soldados son sometidos al último chequeo antes de ser enviados al frente.
El agresor había sido dado por muerto, pero ha sobrevivido y se encuentra bajo custodia en condición estable, ha aclarado en rueda de prensa Robert Cone. Malik Hasan, nacido hace 39 años en Virginia, de padres jordanos, ejercía de psiquiatra y estaba a punto de ser trasladado a Irak o Afganistán. No tenía confesión religiosa.
Otros dos sospechosos, también soldados, han sido detenidos, interrogados y luego puestos en libertad. Robert Cone ha precisado que no hay pruebas de que Malik Hasan haya recibido apoyo exterior. En principio, cree que actuó en solitario.
El Presidente, consternado
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha calificado la tragedia de "espantoso arrebato de violencia" pero no ha dado más detalles, salvo indicar que el FBI, el Pentágono y el departamento de Interior están investigando el suceso.
Obama ha pedido a los americanos que sus pensamientos y oraciones estén con los fallecidos y las familias de las víctimas. "Como Comandante en Jefe, es muy duro perder soldados en el extranjero, pero es horrible que caigan bajo el fuego en suelo americano".
Circunstancias aún confusas
Las circunstancias de la masacre son aún confusas. El tiroteo ha ocurrido cuando estaba a punto de celebrarse una ceremonia de graduación de cadetes, a las 13,30 hora local -siete y media de la tarde en la Península-.
El comandante de la base, Bob Cone, ha precisado que uno de los agresores iba armado con dos pistolas. Sin embargo, el general Rusell Honoré, su antecesor en el cargo, ha dicho a la cadena CNN que el tiroteo fue protagonizado por dos soldados armados con rifles M16.
Por el momento, el Pentágono no ha facilitado más detalles. Fuentes del FBI, el departamento de Interior y la Casa Blanca aseguran que no hay evidencias de que se trate de un ataque terrorista, pero recuerdan que la investigación está en su fase preliminar.
Otras bases estadounidenses han reforzado las medidas de seguridad. También se contempla como hipótesis de trabajo que el tiroteo se deba al estrés postraumático que aqueja a los combatientes o el rechazo de Malik Hasan a ser enviado a Irak, donde iba a ser trasladado este mismo mes.
La masacre es la peor ocurrida en una base en suelo estadounidense. Hace seis meses, en un escenario completamente diferente, un hombre mataba a 13 personas en un centro de inmigrantes en la localidad de Binghamton, en el estado de Nueva York.
Repetidas tragedias en la mayor base de EE.UU.
Fort Hood se encuentra a medio camino entre Austin y Waco, Texas, y es la mayor base con la que cuenta el Ejército norteamericano en todo el mundo, con 65.000 soldados, aunque en la actualidad sólo albergaba a 35.000. A eso hay que añadir otras 30.000 personas, entre familiares y personal civil.
Es el segundo tiroteo que ocurre en la base en poco más de un año. En septiembre de 2008, el soldado Jody Michel Wirawan, que estaba a punto de ser licenciado, mató al teniente Robert Bartlett Fletcher. Cuando llegó la policía, el agresor se suicidó.
Fort Hood tiene el record de suicidios de las bases del Ejército: 75 desde que comenzó la guerra de Irak en 2003. Sólo este año, siete militares se han quitado la vida.