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Los futbolistas no solucionarán el déficit, pero arrimarán el hombro

  • La reforma de la "Ley Beckham" enfrenta a los clubes y al Gobierno
  • Se estima que aportará cien millones más a las arcas públicas
  • Apenas reduciría el déficit, pero costearía, por ejemplo, las ayudas al automóvil
  • Además, reforzaría la equidad del sistema tributario español

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La reforma de la denominada "Ley Beckham", que eleva la tributación de los trabajadores extranjeros no residentes que ganen más de 600.000 euros del 24% al 43% y que está enfrentando al Gobierno y a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), es una medida que se mide más en términos de justicia fiscal que de ingresos.

El Estado recaudó en 2008 a través del Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (IRNR) 2.256 millones de euros -por 493.500 millones el IRPF de residentes-, en su mayoría procedentes de rentas financieras (como dividendos de empresas). De hecho, la recaudación procedente de personas con establecimiento permanente (como sería el caso de los futbolistas) fue de 293 millones de euros.

Según fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda, sólo 43 futbolistas profesionales extranjeros declararon ingresos superiores a 600.000 euros en el ejercicio 2008. Así, únicamente 1.960 contribuyentes se acogieron al régimen de impatriados en 2008, de los que 60 cobraron más de 600.000 euros, 43 de ellos futbolistas.

Hacienda no discrimina en sus datos de recaudación los ingresos que proceden del régimen general y los de quienes disfrutan de la deducción que permite la "Ley Beckham", pero tanto la LFP como el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, han coincidido en señalar que la medida supondrá para las arcas públicas una recaudación adicional de cien millones de euros.

Una gota de agua en el déficit

Esa cantidad supondría un incremento en el total ingresado por el IRNR del 4,5%, nada desdeñable si tenemos en cuenta la reducción de los ingresos fiscales provocados por la crisis, pero relativamente reducida si se compara con otras partidas del presupuesto.

Así, esos cien millones de euros podrían servir, por ejemplo, para costear las ayudas para la compra de automóviles del Plan 2000E. También podrían servir para financiar todo el presupuesto del Ministerio de Igualdad -el que menos recursos tiene de todo el Gobierno-, unos 81 millones de euros.

Sin embargo, apenas suponen una pequeña parte de uno de los gastos más elevados a los que tiene que enfrentarse el Estado, las prestaciones por desempleo: sólo en el mes de septiembre hubo que desembolsar 2.611 millones de euros. Y serían una gota de agua en el conjunto del déficit público, que este año será, según las diferentes estimaciones, de entre 50.000 y 60.000 millones de euros.

Equidad fiscal

Por lo tanto, la reforma tiene una componente muy acusado de equidad fiscal, redistribuyendo las cargas fiscales -que suben para todos los ciudadanos- también entre quienes más ganan, así como de guiño político del Gobierno hacia los partidos de izquierda, como ERC, IU-ICV y BNG.

En cualquier caso, no hay que minusvalorar el sentido de la justicia como incentivo económico, pese a lo reducido de la recaudación, puesto que, entre otros factores, un sistema fiscal que los contribuyentes perciben como equitativo disuade del fraude. Teniendo en cuenta la visibilidad de los futbolistas -y de sus fortunas-, es muy probable que la opinión general sobre la equidad fiscal en España mejore.

De hecho, el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) ha aplaudido la medida, argumentando que los profesionales que se acogen a ese régimen son residentes como "cualquier pensionista, trabajador o autónomo" al que se le aplica la tarifa general del IRPF, por lo que "no existe justificación suficiente para que se perjudique la equidad fiscal con un beneficio fiscal de estas características".

Competitividad

Sobre si la medida afectará o no a la competitividad de los clubes españoles, el economista y ex consejero del RCD Espanyol José María Gay de Liébana era rotundo en unas recientes declaraciones: "En ningún caso esta norma reducirá el potencial de la Liga".

En primer lugar porque los futbolistas de las principales ligas europeas ya tributan a esos niveles: en Italia, Alemania e Inglaterra, los trabajadores extranjeros tienen un tipo de entre el 40% y el 45%, al igual que en Francia, donde, sin embargo, se está debatiendo una rebaja fiscal para deportistas. En definitiva, se elimina una ventaja fiscal española, equiparándola al resto de Europa.

Gay de Liébana, profesor titular en la Universidad de Barcelona, subrayaba además que no era justo el agravio comparativo que existía entre futbolistas extranjeros y españoles: "En un momento en el que se habla de aumentar los impuestos sobre la renta para el año que viene e incrementar el IVA, el sistema tributario justo es aquel en el que aquellos que cobran más, tributen más".