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El Vaticano promulga la ley para la conversión colectiva de los anglicanos

  • En particular a aquellos que se oponen a las evoluciones de su Iglesia
  • Particularmente a la ordenación sacerdotal y la consagración de mujeres
  • Así como las bendiciones de matrimonios homosexuales
  • Deberán manifestar "esta voluntad por escrito"
  • Entre 20 y 30 obispos y algunas centenas de personas llevarán a cabo esta conversión

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El Vaticano ha anunciado la promulgación de la Constitución apostólica que va a permitir una conversión colectiva al catolicismo de los Anglicanos tradicionalistas.

Este texto, firmado por el papa Benedicto XVI y publicado el lunes por el Vaticano, coloca una " estructura canónica " específica, para " responder a las numerosas demandas llegadas a la Santa Sede por grupos de sacerdotes y de anglicanos fieles a diversos continentes ".

Esta apertura, anunciada el 20 de octubre, se refiere en particular a los Anglicanos que se oponen a las evoluciones de su Iglesia, particularmente a la ordenación sacerdotal y la consagración de mujeres así como las bendiciones de matrimonios homosexuales.

La "Constitución apostólica", el nombre dado a la ley más importante de la Iglesia, representa un marco que fija los principios de esta acogida.

El celibato de los sacerdotes deberá ser respetado pero la conversión de los Anglicanos ya casados será examinada "caso por caso", precisa el nuevo texto.

Los anglicanos fieles que desearán entrar en la Iglesia católica deberán "manifestar esta voluntad por escrito " y adherirse al " catecismo de la Iglesia católica".

No obstante, podrán conservar una liturgia "limpia de la tradición anglicana".

Los antiguos anglicanos serán reagrupados en "diócesis específica", sobre el modelo de la diócesis de los ejércitos, " instituidos después de consulta de las conferencias episcopales locales ".

Anunciando esta apertura, el Vaticano había cifrado de "20 a 30 obispos y algunas centenas de personas" los anglicanos que podrían volver al regazo de Roma cerca de 500 años después del cisma anglicano, sobrevenido en 1534.