Alejandro Sanz vuelve a los inicios
- El cantante de Moratalaz presenta esta semana Looking for paradise
- Ana Pastor analiza una mirada "un poco menos triste" que antes
- Lee el encuentro de Alejandro Sanz
- Visita el blog de Los Desayunos con Ana Pastor
Debía tener unos 15 años cuando los Extreme escribieron "More than words". Recuerdo que por aquella época, en el recreo, tratábamos de aprender a tocar con la guitarra canciones algo diferentes a las que después interpretábamos en las misas del colegio.
Digamos que, esa melodía en concreto, era más que aceptable para el entorno que nos escuchaba, sobre todo porque no habían visto ninguna imagen de los Extreme (melena negra y larga y mucho mucho cuero).
Esa fue una de las primeras canciones en inglés que aprendimos a tocar. Pero mucho antes, habíamos buscado inspiración en un chico español que comenzaba a hacerse un hueco y que nos tenía locas a todas.
Recuerdo pasar muchas tardes intentado sacar las notas de las canciones de Alejandro Sanz porque entonces Google no nos facilitaba tanto el trabajo. No existía.
Aquello que yo tocaba desde luego no se parecía mucho a "Viviendo deprisa" o "Pisando fuerte", pero a mí me daba lo mismo. Ya entonces tenía claro que mi futuro estaría lejos de la música (canto tremendamente mal) y muy cerca del periodismo. Eso sí, entonces no pensaba que podría entrevistar a los Extreme o Alejandro.
En unos días, TVE va a grabar con él un programa especial en el que tendré la suerte de participar.
Una mirada que ya no oculta que ha sufrido
Alejandro Sanz está a punto de cumplir 41 años, pero viéndole y escuchándole tengo la sensación de que vuelve a ser, de alguna manera, el del principio. Su música ha ido evolucionando pero su expresión y, casi diría, su imagen vuelve a ser parecida a la de los inicios.
Sigue teniendo la mirada pícara que todos destacan, pero intuyo que esa mirada es un poco menos triste que hace dos o tres años. Ahora ya no oculta que ha sufrido, ahora apuesta por la valentía de mostrar ese dolor a riesgo de que algunos lo utilicen contra él.
Alejandro sigue buscando su paraíso, pero ha conseguido que años después muchos lo hayan encontrado en sus canciones, y eso, en tiempos como éstos, no es poco.
PD: Todas las canciones, las de Alejandro y las del resto de artistas, tienen un significado especial según el momento vital en que las escuchamos. Si tuviera que elegir una de las suyas, ¡y mira que es difícil!, me quedaría con "Regálame la silla", ¿y vosotros?