La recesión global ahoga la respuesta humanitaria
- La crisis provoca un déficit sin precedentes en los programas de ayuda
- En lo que va de año ha habido más de 200 desastres naturales y 39 conflictos
- El impacto puede ser mayor el año que viene con los recortes presupuestarios
- El cambio climático dispara la catástrofes y hace más necesaria la ayuda
Más de doscientos desastres naturales y 39 grandes conflictos armados en el mundo han puesto en evidencia lo inevitable: que la crisis económica generada en los países desarrollados afecta en última instancia y sobre todo a los países más pobres que necesitan su ayuda humanitaria, que ha caído de forma dramática este año con efectos aún desconocidos.
Así lo recoge el Índice de Respuesta Humanitaria (HRI, en inglés) que elabora la Fundación Dara cada año y que evalúa el comportamiento de los 23 miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE.
De hecho, casi la mitad de los donantes siguen sin hacer sus deberes en la ayuda humanitaria a los países más necesitados en el tema del acceso a la ayuda de los que más lo necesitan.
En total, unas 250 millones de personas resultaron afectadas por los conflictos humanitarios desatados este año, muchos de los cuales supusieron el aumento imprevisto de la demanda de fondos, como los dos millones de desplazados en Pakistán por la ofensiva del ejército contra los talibanes.
"La crisis económica global ha contribuido a un déficit sin precedentes en los fondos para la ayuda humanitaria", señala el informe, que pone como ejemplo los datos hechos públicos por la ONU, que apunta a un déficit récord de 4.800 millones de dólares para sus proyectos de ayuda, destinados a unos 43 millones de personas.
Otro ejemplo lo aporta el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que tienen un agujero contable de 4.100 millones de dólares de los 6.700 millones que tenía presupuestado para emergencia alimentaria en 2009.
"Estamos alimentando a más personas en lugares más inaccesibles y peligrosos por periodos más largos, lo que aumenta nuestros costes. Al mismo tiempo, los donantes están dando menos", añaden fuentes del PMA.
Caída de presupuesto
Y es que la crisis económica en sí misma supone un aumento de la demanda de ayuda humanitaria, como ha ocurrido en el caso de Kenia, cuyas necesidades de fondos han aumentado en 187 millones de dólares por la aguda inseguridad alimentaria y la llegada de refugiados desde Somalia.
"En este contexto de crisis económica global nunca antes había sido tan importante un uso más eficaz del dinero público y una mayor calidad e impacto de la ayuda humanitaria", afirma Silvia Hidalgo, directora ejecutiva de la Fundación Dara.
El problema es que el impacto del recorte de las cuentas públicas en lo que ayuda al desarrollo se refiere aún no se ha sentido totalmente, ya que los presupuestos en vigor, aprobados a finales de 2008, aún no estaban preparados para la profunda crisis económica.
"Irlanda ya ha anunciado que recortará casi 300 millones de dólares de su ayuda al desarrollo (un 22%) e Italia ha anunciado un recorte del 56%", se recoge en el informe, que apunta a los efectos imprevisibles que esta medida puede tener.
"Los nobles ideales contenidos en las declaraciones políticas no son suficientes, deben estar acompañados de una acción coordinada y seguida de cerca para que los Gobiernos no se alejen de sus compromisos", apunta el premio Nobel surafricano, Desmond Tutu.
Otros riesgos
Además del problema de los fondos, el informe de HRI apunta a otros dos problemas acuciantes: el aumento del riesgo en la seguridad de los cooperantes y los civiles en zonas de riesgo, con la cifra récord de muertes de cooperantes asesinados en 2008 de 260, y el incremento de catástrofes naturales por el cambio climático.
Sobre este problema, el informe plantea que "más de 4.000 millones de personas son vulnerables o estan en riesgo hoy en día". Más aún, el coste de vidas por estas catástrofes puede aumentar hasta dos tercios de aquí a 2030.
En cuanto a la situación de los cooperantes, el estudio pone como ejemplo la expulsión del personal de ayuda humanitaria en Sudán trasla decisión de la Corte Penal Internacional de procesar al presidente sudanés por los crímenes de Darfur.
España mejora
Por países, las principales novedades de este índice es que Noruega sustituye a Suecia a la cabeza del ránking de respuesta humanitaria, que en las dos ediciones anteriores estuvo capitaneado por el país escandinavo.
Estados Unidos, el mayor donante en términos absolutos gana una posición, aunque sigue en la posición 14 de 23.
Sobre España, ha pasado del puesto dieciséis al quince, aumentando su puntuación en áreas como la distribución de la ayuda de manera euqitativa y la capacitación del trabajo de los donantes.
"España ha hecho un gran esfuerzo para aumentar su ayuda humanitaria e integrarse mejor en el sistema humanitario internacional. Ahora debe consolidar esos logros y asegurar su completa puesta en práctica; España puede servir como ejemplo para que otros donantes también se embarquen en reformas y mejoren su ayuda humanitaria", concluye Hidalgo.