Sicilia se ahoga en el hedor de la basura

• Los desperdicios están desparramados hace semanas por las calles
• Las escuelas han cerrado porque no se garantizan las condiciones sanitarias
• Afecta a 65 pueblos del entorno de Palermo

¿Estamos en la época pre -napolitana¿, se queja el vecino de uno de las 65 pueblos del entorno de Palermo donde se ahogan entre el hedor de la basura desparramada desde hace semanas por las calles.

¿Qué hace una ruinosa barca en mitad de una travesía? Cómo llegó ahí es un misterio. Que nadie se la lleve un problema. El insólito bote desecho es un desperdicio más junto a toneladas de residuos orgánicos que se acumulan en plazas, esquinas y parques.

Varias escuelas han tenido que cerrar porque no se garantizan las condiciones higiénico sanitarias. Nadie dice cuándo volverán los niños a la escuela. Las oficinas públicas han advertido que cerrarán también a partir del lunes. En tanto, la porquería sigue erigiendo repugnantes montañas. Como ocurriera en Nápoles, al caer el día, aparece el fuego que, en vez de purificar, muchas veces contamina más.

¿Por qué han llegado estos pueblos próximos a Palermo a semejante situación? Porque no hay dónde dejarla. Los vertederos están repletos, los vecinos angustiados. Los problemas de los trabajadores del servicio de limpieza que han protagonizado diversas huelgas, se han quedado empequeñecidos porque ahora es un asunto de fuerza mayor.

Ha llegado el momento en que no se puede dejar la basura en ningún vertedero. La empresa que se encarga de recoger los residuos ha cerrado las puertas a los camiones hace unas semanas por saturación. No hay dónde vaciar los camiones, ni los contenedores que, por cierto, están casi todos ocultos bajo cerros de residuos.

Los alcaldes de las localidades afectadas han ocupado varias veces la sede del gobierno regional de Sicilia. Así han conseguido que el ejecutivo nombre un comisario especial para gestionar esta crisis. Habrá que ver si su chistera es capaz de tragarse la basura acumulada desde hace semanas.