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Brasil y Francia anuncian una postura común para la Cumbre de Copenhague

  • Lula y Sarkozy han acordado la medida en un encuentro en París
  • La cumbre prevé crear una Organización Mundial del Medio Ambiente
  • Lula dice que el documento común es "nuestra biblia climática"

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Brazil's President Luiz Inacio Lula da Silva speaks next to France's President Nicolas Sarkozy during a joint news conference at the Elysee Palace in Paris
Lula da Silva y Sarkozy, durante su encuentro en el Palacio del Elíseo.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, han anunciado este sábado una posición común para la cumbre sobre el Cambio Climático de Copenhague que prevé, entre otras medidas, la creación de una Organización Mundial del Medio Ambiente.

El documento que ambos llevarán a la capital danesa el mes próximo es "nuestra biblia climática", ha dicho el mandatario brasileño en rueda de prensa tras la reunión que ha mantenido con Sarkozy en el Palacio del Elíseo.

Incluye objetivos y compromisos concretos para frenar un fenómeno, el del cambio climático, del que "todos somos víctimas", ha añadido Lula, antes de recordar que su Gobierno acaba de aprobar un ambicioso "compromiso voluntario" para contener el cambio climático y la deforestación de la Amazonía.

Su ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff, explicó a la prensa los detalles de ese compromiso que, como medida principal, prevé reducir las emisiones de gases causantes del efecto invernadero entre un 36,1 y un 38,9% hasta el 2020.

Es un ejemplo a seguir, según Sarkozy, quien aseguró que tanto Francia como Brasil solo están dispuestos a que el resultado de Copenhague sea "ambicioso".

Convencer a más países

De su puesta en práctica se encargaría la futura Organización Mundial del Medio Ambiente que, según el jefe del Estado galo, sería un organismo dependiente de la ONU y tendría como misión comprobar "la compatibilidad entre la realidad y los compromisos" adquiridos por los distintos países.

Con esa organización se daría "más coherencia a los esfuerzos de la comunidad internacional" en ese ámbito, señala el texto del acuerdo conjunto firmado en París.

A partir de ahora, Lula y Sarkozy se han comprometido a trabajar a contrarreloj para intentar convencer al mayor número posible de países de que se sumen a su posición con vistas a lograr que la cumbre mundial sobre el cambio climático sea un éxito.

Ambos lanzaron un claro mensaje a Estados Unidos y a China, en el sentido de que deben sumarse a un compromiso ambicioso y no pactar de antemano un acuerdo de mínimos.

"No aceptaremos que otros digan que ya veremos mañana", según Sarkozy, quien citó a Estados Unidos para afirmar que "la primera economía del mundo debe estar a la altura de sus responsabilidades".