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¿Se arrepiente el jefe torturador Jemer Rojo?

  • El juicio por genocidio contra Kaing Guek Eav entra en su fase final
  • Está siendo juzgado en su país por la tortura de 14.000 personas
  • Los abogados de la acusación particular cuestionan su arrepentimiento
  • Consideran que su papel fue más protagonista en las torturas

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Duch lee un documento durante los argumentos finales en el juicio contra él por genocidio.
Duch lee un documento durante los argumentos finales en el juicio contra él por genocidio.

El juicio por genocidio contra el director del centro de torturas del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, alias "Duch", ha entrado en la fase final con la conclusión de la acusación de que finge arrepentimiento por las atrocidades que allí se cometieron bajo su supervisión.

La vista estuvo monopolizada por la acusación particular que expuso su rechazo a todo atenuante e insistió en atribuir a Duch la máxima responsabilidad de los hechos acontecidos en el S-21, el centro de detención por el que pasaron al menos 14.000 personas antes de ser ejecutadas.

Karim Khan, abogado de 37 de las 90 víctimas aceptadas como acusación particular, pretendió desmontar en el transcurso de la vista celebrada en el tribunal internacional "los intentos del acusado de minimizar su rol y negar su autonomía en el S-21".

Según el letrado, el juicio ha permitido demostrar que Duch tenía autonomía en la gestión del centro, disponía de los presos y elegía los métodos de tortura que se emplearon para extraer las confesiones a los detenidos.

No es un "Schindler"

"Ante ustedes no hay un Schindler", ha denunciado Khan en referencia a Oscar Schindler, el industrial alemán que salvó a decenas de judíos durante la Alemania nazi.

"Duch era alguien plenamente dedicado a un trabajo que no era sólo confinar presos en el S-21 sino torturarlos y asesinarlos", ha apuntado el abogado al dirigirse a los jueces.

El letrado ha detallado también que Duch contribuyó a aumentar la paranoia que se convirtió en un círculo vicioso en el que más y más gente era acusada y arrestada, y ha añadido que "lo hizo no por cumplir órdenes sino porque quería pertenecer al grupo en el poder y hacer su vida más cómoda".

Khan ha exhortado a los jueces a reflexionar sobre la veracidad y sinceridad del arrepentimiento mostrado por Duch durante el proceso. "¿Es verdadero?, ¿Es falso? ¿O es una mezcla de los dos?, se ha preguntado apelando al caso sudafricano en el que "la amnistía se daba a cambio de la verdad, algo que aquí no se ha dado completamente".

Khan ha subrayado que "el sufrimiento de las víctimas no acabó en el centro de torturas de Tuol Sleng, sino que perdura hasta día de hoy" y ha concluido pidiendo a los jueces que hagan justicia y declaren al acusado culpable de crímenes de guerra, contra la humanidad, tortura, y asesinato premeditado.

Las víctimas no le creen

El abogado de otro grupo de víctimas, Pierre-Olivier Sur, ha insistido en las mismos argumentos y aseguró que "el perdón sólo puede venir después de una sincera y exhaustiva confesión, y no da la impresión que la de Duch lo haya sido del todo".

Duch, de 66 años, admitió desde los primeros días su responsabilidad, expresó su arrepentimiento y pidió perdón a las víctimas. A lo largo del juicio, el imputado reconoció haber torturado personalmente a varios de los reclusos y haber ordenado ejecutar a personas, entre ellas, decenas de bebés.

"Estoy contento de estar aquí y de que se haga el juicio, pero estoy enfadado con Duch porque es malo y listo en sus respuestas a los jueces. No me creo todo lo que dice", ha declarado Choum Mey, uno de los escasos supervivientes del S-21.

Duch es el ex oficial de menor rango del Jemer Rojo que juzgará el tribunal internacional organizado por la ONU y Camboya tras un largo y complicado camino de negociaciones, que comenzó en 1997.

Alrededor de 1,7 millones de personas murieron a causa de la hambruna, enfermedades y las purgas ordenadas por el régimen de Pol Pot durante el periodo que gobernaron el país, desde 1975 hasta 1979.

Aún deben ser juzgados Khieu Samphan, ex jefe del Estado; Nuon Chea, "hermano número dos" e ideólogo de la organización; Ieng Sary, ex ministro de Asuntos Exteriores; y su esposa, Ieng Thirit, ex titular Asuntos Sociales.