Obama asistirá a la Cumbre de Copenhague sobre Cambio Climático
- EE.UU es uno de los países más contaminantes del mundo
- Hay pocas esperanzas de llegar a un acuerdo vinculante
- La asistencia de Obama podría dar un impulso al proyecto
- Aunque Obama no se quedará hasta el final, cuando se cierre el acuerdo
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha confirmado que asistirá a la Cumbre de Copenhague sobre Cambio Climático el próximo 9 de diciembre y que, además, lo hará con la esperanza de dar un nuevo impulso al proceso internacional para reducir las emisiones de carbono.
Obama, líder de uno de los países más contaminantes del mundo, se une a las decenas de jefes de Estado y de Gobierno, cerca de 65, que ya han aceptado la invitación de Dinamarca, quien hospedará esta conferencia de Naciones Unidas.
El responsable de la ONU sobre Cambio Climático considera que la asistencia de Obama a la Cumbre podría ser "vital" para llegar a un acuerdo, aunque la mayoría de las naciones han renunciado prácticamente a la esperanza de acordar un texto jurídico vinculante, en parte debido a la incertidumbre de lo que EE.UU. será capaz de ofrecer.
Metas para reducir las emisiones antes de 2020
EE.UU ya se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 17% en 2020, para volver a los niveles de 2005. Esta versión ya ha sido aprobada por la Cámara de Representantes, pero el proyecto de ley se encuentra empantanado en el Senado, que pide una reducción del 20%, coinciendo así con las exigencias de la Unión Europea.
Sin embargo, a pesar del compromiso de Obama, que ha hecho del cambio climático una prioridad de su administración, el presidente norteamericano no tiene planeado quedarse hasta el final de la Cumbre que es cuando se cerrarán las negociaciones.
De haber acuerdo, los países desarrollados deberían establecer las metas para reducir las emisiones antes de 2020 y las naciones en vías de desarrollo tendrían que acordar frenar el aumento de sus emisiones, así como establecer las ayudas de los países ricos a los países pobres para el desarollo de nuevas tecnologías limpias.
El presidente norteamericano tendría que viajar a Europa, de todos modos, el 10 de diciembre para recibir su Nobel de la Paz en Oslo, no lejos de Copenhague.