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La Iglesia irlandesa encubrió los abusos sexuales a niños en connivencia con el Estado

  • El informe se centra en la Archidiócesis de Dublin entre 1975 y 2004
  • Detalla cómo la institución ocultó los abusos para conservar su reputación
  • El Estado facilitó el encubrimiento de los abusos a menores
  • El Gobierno irlandés ha pedido perdón por su responsabilidad
  • La política de la Iglesia era: "no preguntes", "no lo cuentes"

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La jerarquía católica y las autoridades irlandesas ocultaron abusos sexuales a menores

La archidiócesis católica de Dublín ha encubierto abusos sexuales generalizados a menores por parte de sacerdotes hasta mediados de la década de 1990. Así lo confirma el último informe oficial publicado este jueves.

El Gobierno había encargado una investigación sobre los abusos cometidos en la capital irlandesa desde 1975 hasta 2004 y, seis meses después, un informe condena el papel de la Iglesia y de los funcionarios estatales, también acusados de complicidad en el encubrimiento.

La principal conclusión del informe es que la connivencia entre la jerarquía eclesiástica y las autoridades del Estado, entre ellas la propia policía y la Fiscalía, ha servido para encubrir los esfuerzos de cuatro obispos dublineses por mantener el prestigio de la Iglesia, proteger a los pederastas y evitar escándalos.

El ministro irlandés de Justicia, Dermot Ahern, ha dado a conocer el informe, cuyo contenido ya había sido calificado por los líderes religiosos como "aterrador". Este documento sigue al publicado el pasado mes de mayo, que revelaba un amplio catálogo de crueldades contra los niños en los internados dirigidos por las órdenes católicas religiosas. Crueldades que van desde la violación en grupo y las palizas hasta los trabajosos forzosos.

El documento, de 700 páginas, ha sido elaborado por una comisión investigadora presidida por la juez Yvonne Murphy y, aunque ha visto la luz con una serie de cortes para no prejuzgar presentes o futuros casos penales, el actual arzobispo de la archidiócesis, Diarmuid Martin, había advertido de que su contenido "conmocionará a todos".

El Gobierno pide perdón por su responsabilidad

El informe irlandés asegura que la Iglesia estaba "obsesionada" con la ocultación de tan terribles secretos y que aplicó una política de "no preguntes, no digas" sobre el abuso, aunque la situación mejoró después de 1996.

"Desafortunadamente, es posible que el importante papel que la Iglesia ha desempeñado en la vida irlandesa es la razón de que los abusos cometidos por una minoría de sus miembros hayan sido permitidos sin control", señala el texto.

El Gobierno ha reconocido los errores de los organismos estatales mencionados en el informe.

"Cualquiera que sea la razones históricas y sociales de esto, el gobierno, en nombre del Estado, pide disculpas sin reservas de los fracasos en el tratamiento de este tema", ha afirmado el Ministerio de Justicia en un comunicado.

Disculpas del actual arzobispo

La Iglesia de Irlanda ha estado plagada de escándalos sexuales en las últimas dos décadas. El país se sorprendió en 1992 cuando, el popular obispo Eamonn Casey de Galway, abandonó su cargo después de que una mujer estadounidense revelara que tenían un hijo, fruto de un apasionado romance.

Por su parte, el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, ha reconocido que "ninguna disculpa" será suficiente para paliar el dolor de las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos.

Según el religioso, el documento pone de manifiesto "los devastadores efectos" que han tenido los fracasos del pasado, al tiempo que consideró que "no hay margen de maniobra para caer en el revisionismo respecto a las normas y procedimientos adoptados".

Martin ha recordado que el abuso sexual de menores "es y siempre fue un delito en la ley civil y la canónica", así como un "pecado grave".

"Ofrezco a cada uno de los superviviente mis disculpas, pena y vergüenza. El hecho de que los abusadores eran sacerdotes representa una afrenta para el sacerdocio. Ninguna palabra de disculpa será suficiente", ha agregado el arzobispo

Los servicios de ayuda, en alerta

Ante la posibilidad de que los servicios de ayuda vuelvan a colapsarse, como ya ocurrió el pasado mayo, las víctimas disponen ahora de hasta siete números de teléfono pertenecientes a otras tantas organizaciones especializadas en estos casos.

La directora de "One in Four" ("Uno de cada Cuatro"), Maeve Lewis, ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de que su plantilla de terapeutas no pueda hacer frente a la gran cantidad de llamadas que esperan.

Según Lewis, todavía están tratando casos atrasados desde la publicación hace siete meses del llamado Informe Ryan, del pasado mes de mayo.

En Irlanda han presentado unos demoledores informes sobre denuncias de abusos y maltrato infantil contra la iglesia Católica.

Del texto del Informe Murphy también se ha permitido la eliminación de toda referencia a aquellos sacerdotes que se enfrentan a procesos penales ante el temor de que pudiera afectarlos y se utilizarán seudónimos para proteger la identidad de otros.

Menor escala, más encubrimiento

Un total de 450 personas han presentado acusaciones de abusos sexuales contra antiguos sacerdotes de la archidiócesis por hechos sucedidos entre 1975 y 2004.

La comisión investigadora de la archidiócesis de Dublín examinó las acusaciones contra 46 sacerdotes, así como el manejo del escándalo por parte de diecinueve miembros de la jerarquía católica, entre ellos el cardenal Desmond Connell.

Esta semana la orden católica más acusada en el informe del pasado mes de mayo ha anunciado que pagará 161 millones de euros a las víctimas dentro de un paquete de reparación por los abusos sufridos.