Irán confisca el Premio Nobel de la Paz a la defensora de los derechos humanos Shirin Ebadi
- Noruega ha protestado contra la actuación del Gobierno iraní
- Es la primera vez que las autoridades confiscan un Premio Nobel
- Shirin Ebadi y su familia viven una persecución continuna
- Ebadi fue la primera musulmana en recibir un Nobel de la Paz
" La libertad de expresión está bajo presión en Irán", ha reconocido el Gobierno noruego al enterarse de que Teherán ha confiscado el Premio Nobel de la Paz otorgado a la activista por los derechos humanos, Shirin Ebadi, en 2003. El gobierno iraní ha realizado, así, un nuevo gesto que lo aleja, un poco más, del respeto a las libertades individuales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores noruego ha confirmado que la medalla y su diploma habían sido retirados del banco, junto con otros artículos personales.
El Premio también incluía un cheque por valor de casi un millón de euros, del que se desconoce si también ha sido retenido o no.
“"Esta es la primera vez que un Premio Nobel de la Paz es confiscado por las autoridades nacionales", ha asegurado Stoere. “
"Esta es la primera vez que un Premio Nobel de la Paz es confiscado por las autoridades nacionales," ha asegurado el ministro de Relaciones Exteriores noruego, Jonas Gahr Stoere.
"Este acto nos deja una gran sensación de conmoción e incredulidad", ha señalado Stoere.
Un comité noruego selecciona a los laureados con el Premio Nobel de la Paz, Nobel, mientras que otras categorías son elegidos en Suecia.
Persecución a Shirin Ebadi y a su familia
El ministerio a cargo de los asuntos de Irán ha protestado contra la apropiación y ha expresado su "grave preocupación" por el tratamiento al marido de Ebadi, quien, al parecer, ha sido detenido y golpeado en Teherán.
Stoere ha asegurado que la "persecución de Shirin Ebadi y su familia muestra que la libertad de expresión está bajo una gran presión en Irán", que el año pasado ya cerró un centro en materia de derechos humanos de Ebadi.
"Noruega seguirá participando en los esfuerzos internacionales para proteger a lo defensores de derechos humanos y seguirá la situación en Irán de cerca", ha advertido Stoere.
Desde el Gobierno iraní no ha habido reacciones inmediatas a las palabras de las autoridades noruegas.
Las tensiones en Irán aumentaron tras las disputadas elecciones presidenciales del pasado junio, en las que el presidente Mahmud Ahmadinejad fue reelegido en el poder. Su victoria desencadenó las mayores manifestaciones contra el gobierno en los 30 años de la república islámica.