Las autoridades rusas buscan a los culpables del ataque contra el tren
- Ya se ha reanudado el tráfico en la línea Moscú-San Petersburgo
- Se rastrea la zona para evitar sorpresas como la bomba de ayer
- Los terroristas han dejado numerosas huellas
Habitantes de la zona declaran haber visto "forasteros"
La investigación del atentado terrorista de este sábado contra el tren Nevski Express, que cubría el trayecto entre Moscú y San Petersburgo y que ha costado la vida a una treintena de personas, se centra este domingo en la búsqueda de sospechosos.
Mientras en la vía principal del ferrocarril Moscú-San Petersburgo se ha reanudado el tráfico normal de trenes, en la zona de la catástrofe, donde en la cuneta aún siguen dos de los tres vagones que descarrilaron a causa de la explosión, continúan su labor los zapadores.
El rastreo de la zona se lleva a cabo para evitar nuevas sorpresas como la ocurrida ayer, cuando una segunda bomba colocada por los terroristas por poco cuesta la vida a Aleksandr Bastrikin, jefe del Comité de Instrucción de la Fiscalía.
Bajo la presidencia de Bastrikin ha sido aprobado esta jornada el "plan de búsqueda y captura de los culpables e implicados" en el ataque contra el tren.
Se siguen buscando pruebas
Las únicas informaciones al respecto han afirmado que los terroristas han dejado "muchas huellas" y que, además, en los últimos días los habitantes de esa zona boscosa vieron a "varios forasteros".
Según ha comunicado el ministro ruso de Interior, Rashid Nurgalíev, se han tomado "medidas adicionales de vigilancia" en el ferrocarril que une la antigua y la actual capital de Rusia.
Mientras, la principal tragedia se desarrolla en el depósito de cadáveres de la ciudad de Tver (215 kilómetros al norte de Moscú), donde los familiares de los pasajeros intentan hallar a sus desaparecidos.
De acuerdo con la información oficial, se consideran desaparecidas 26 personas y durante la identificación de los restos desfigurados se desarrollan auténticas tragedias.
Con frecuencia, los médicos tienen que ocuparse de los familiares y uno de ellos ha tenido incluso que ser hospitalizado.
Extanjeros entre los heridos
Por el momento sólo han sido identificados los restos de 19 víctimas y la fragmentación de los cadáveres es tal que el resto deberá ser identificado mediante análisis genéticos, por lo cual las autoridades solo hablan de "datos preliminares" respecto al número de muertos.
Una nota de la agencia rusa Interfax desde el depósito de cadáveres de la ciudad de Tver afirma que allí están los restos de 26 pasajeros del Nevski Express.
Mientras, la ministra de Sanidad, Tatiana Gólikova, ha comunicado que "según datos preliminares, el número oficial de muertos es 25".
En los hospitales, principalmente de Moscú y San Petersburgo, siguen internados 85 heridos, 21 de ellos en estado grave.
"El estado de los heridos es, por lo general, estable", aunque "en algunos casos se produjo un empeoramiento", ha informado la agencia oficial rusa ITAR-TASS.
Entre los heridos hay varios extranjeros. En una clínica de San Petersburgo está grave un italiano de 57 años, y también se informa de un belga, dos ucranianos, un bielorruso y un azerbaiyano.
Al mismo tiempo, según Gólikova, "la nacionalidad de varios heridos, cuyo estado es grave, aún queda por aclarar".
Segunda vez que atentan contra este tren
En el momento de la explosión, a bordo del Nevski Express que se dirigía a San Petersburgo a más de 200 kilómetros por hora, viajaban 682 personas.
Este es el segundo atentado terrorista contra el "Nevski Express" en poco más de dos años. El 13 de agosto de 2007 un atentado con explosivos provocó el descarrilamiento del "Nevski Express".
Aquel ataque, que se produjo a menos de 100 kilómetros del actual y en circunstancias "muy parecidas", según el jefe de los ferrocarriles rusos, Vladímir Yakunin, dejó 60 heridos y causó daños valorados en unos 240 millones de rublos, más de 10 millones de dólares al tipo de cambio de entonces.
También entonces la investigación oficial llegó a la conclusión de que al paso del tren estalló un artefacto explosivo de fabricación casera.
Del atentado fueron acusados dos habitantes de la República Ingush, cuyo juicio continúa hasta hoy en día.
Uno de ellos confesó haber transportado explosivos a la zona, pero negó su participación directa en el atentado y admitió haber calumniado al otro procesado.