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Gran despliegue militar ante la jornada electoral de este domingo en Honduras

  • El país, uno de los más pobres de Latinoamérica, afronta su cita electoral
  • Cuatro millones y medio de hondureños tienen derecho a voto
  • El régimen de facto ha pedido a los ciudadanos que acudan a votar
  • Las encuestas dan ventaja al Partido Nacional aunque no hay nada decidido
  • Los partidarios del derrocado Zelaya han llamado a la abstención
  • Hay temor a que la tensión política genere incidentes violentos

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Elecciones en Honduras

Honduras va a vivir este domingo una jornada electoral marcada por la polémica y por la incertidumbre. Se trata de elecciones presidenciales, legislativas y municipales, aunque la atención está puesta sobre todo en la carrera por la presidencia,  después del golpe de Estado que derrocó, el pasado 28 de junio, al presidente Manuel Zelaya y que desató una grave crisis política.

Cuatro millones y medio de hondureños con derecho a voto están convocados a las urnas. El régimen de facto hondureño ha puesto en marcha toda su maquinaria para convencer a los ciudadanos de que acudan a votar.

También lo han hecho hasta el último momento los dos candidatos presidenciales con posibilidades de alzarse con la victoria, Porfirio Lobo, del partido Nacional, y Elvin Santos, del partido Liberal. 

Las últimas encuestas situaban a Lobo con ventaja frente a Santos, aunque nada hay decidido.

Tensión política acumulada

El gobierno de facto ha movilizado a miles de soldados, reservistas y policías en un impresionante despliegue. Hay temor a que la tensión política acumulada genere incidentes violentos, lo que no es descartable después de ver cómo soldados y policías han reprimido, desde el Golpe de Estado, cualquier conato de manifestación opositora.

Precisamente quienes se oponen al Golpe y los partidarios del derrocado Zelaya han realizado llamamientos a la abstención y a no reconocer el resultado electoral por considerar que los comicios carecen de legitimidad al haber sido organizados y supervisados por le régimen golpista.

El Frente de la Resistencia contra el Golpe ha convocado lo que ha calificado como toque de queda popular, pidiendo a la gente que permanezca en sus casas, de seis de la mañana a seis de la tarde, lo que incluye todo el horario de votación que va de siete de la mañana a cuatro de la tarde.

Escenario postelectoral

Los analistas se plantean qué puede ocurrir una vez que pasen los comicios, cuál va a ser el escenario postelectoral.

En el plano interno es evidente que la fractura se va a mantener, ocurra lo que ocurra este domingo, gane quien gane las elecciones.

Tanto Lobo como Santos han asegurado que convocarán un diálogo nacional con todos los sectores, si salen elegidos, para buscar una salida a la crisis.

Pero eso no va a evitar que los sectores que se han opuesto al golpe sigan considerando que carecen de legitimidad. Sobre todo si el Congreso Nacional, cuyo pleno se reúne el próximo miércoles para votar la posible restitución de Zelaya en la presidencia, decide dejar las cosas como están.

Quizás, una vez que asuma el nuevo presidente, el 27 de enero, con el paso de los meses, la situación se vaya normalizando.

Incertidumbre exterior

Y está también la incertidumbre en el plano exterior. La mayoría de la comunidad internacional se ha mostrado hasta ahora partidaria de no reconocer los resultados electorales.

Pero el cambio de postura de Estados Unidosal que han empezado a seguir otros países, ha provocado igualmente una división. El embajador estadounidense en Tegucigalpa advertía el sábado de que la decisión de Washington de reconocer los comicios sería una vez comprobado cómo se celebraban éstos.

Así que no habrá una postura definitiva hasta que no concluya la jornada. El dato de abstención o participación también puede influir. En definitiva,  la situación parece complicada y no es probable que las elecciones permitan superar la crisis de Honduras a corto plazo.