Javier Solana se despide de Bruselas, tras diez años al frente de la diplomacia europea
- Ha sido quien ha puesto en marcha la política exterior de la UE
- En su último acto público ha pedido un rol más importante para la UE
- Seguirá en la escena pública, pero no en la política
- Su sucesora en el puesto de alto representante será Catherine Ashton
Tras diez años en los que ha puesto en marcha la política exterior y de seguridad de la Unión Europea, Javier Solana se despidió este lunes del cargo de alto representante pidiendo para la UE "un papel más importante" en el mundo.
Solana, de 67 años, ha pasado los últimos 14 en Bruselas, primero como secretario general de la OTAN (1995-99) y luego, desde mediados de 1999, al frente de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la UE.
Este lunes, en su último acto público en el puesto, ha defendido que la Unión Europea "tiene la obligación de estar preparada para jugar un papel importante en el concierto internacional".
Solana ha declarado que ve el futuro de la UE "con tremenda esperanza", porque "hay muchos países" que quieren que Europa "juegue un papel más fuerte, más importante, más dinámico", y ha vaticinado que "lo vamos a hacer".
Preguntado por sus mayores logros en estos años, ha asegurado que durante este período ha habido "cosas que he disfrutado mucho", de la misma forma que ha habido "muchas espinas", aunque ha preferido no detallarlas.
Acostumbrado a dormir muy poco tras jornadas maratonianas, Solana ha señalado que el próximo martes, ya sin ocupar el cargo que pasa a la británica Catherine Ashton, piensa levantarse y salir a correr, y a continuación tomar un avión con destino "a casa", a Madrid.
Seguirá en la escena pública, pero no en la política
Sobre su futuro profesional, ha insistido en que "todavía no he decidido nada", si bien fuentes próximas a él apuntan que se dedicará a cuestiones relacionadas con el mundo académico, los institutos de estudios internacionales y la gestión de crisis. De hecho, él mismo ha reconocido que seguirá en la escena pública, pero no en la política.
Solana "ha puesto a la UE en el mapa de la política exterior", según una fuente diplomática, que ha recordado que anteriormente la Unión era un "enano" en la escena internacional a pesar de su potencia económica y demográfica.
En los últimos diez años, la Unión Europea ha puesto en marcha 23 misiones conjuntas, desde la formación de la policía palestina hasta la operación de paz en Bosnia o la misión naval "Atalanta" contra la piratería en aguas de Somalia.
Está previsto aprobar la misión número 24 la próxima semana, para la formación de miembros de las fuerzas de seguridad somalís e intentar ayudar al Gobierno federal de transición de ese país a controlar de forma más efectiva parte de su territorio.
Esa nueva misión se hará ya bajo la dirección de Ashton, nombrada por los jefes de Estado y Gobierno comunitarios en la cumbre del pasado día 19, y de quien Solana ha dicho este lunes que "no necesita consejos" de su parte.
"Hay crisis en las que la acción de la UE ha sido fundamental para su resolución", ha indicado otra fuente diplomática, que ha destacado el papel europeo en el conflicto interno de Macedonia de 2001 o que Solana haya sido el interlocutor principal de la comunidad internacional en las discusiones con Teherán del programa nuclear iraní.
La invasión de Irak, uno de los momentos más difíciles
Otras fuentes comunitarias hacen un balance más equilibrado, debido por ejemplo a la insistencia de algunas presidencias de la UE en llevar la voz dominante en cuestiones exteriores, como hizo el presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien quiso ser el principal protagonista de la mediación europea en el conflicto entre Rusia y Georgia de 2008.
Además, Solana ha tenido que afrontar también las limitaciones de su cargo y episodios de fuerte división entre los países comunitarios, como ocurrió en 2003 durante la invasión de Irak por parte de Estados Unidos y el Reino Unido, que ha sido uno de sus momentos más difíciles.
Javier Solana llegó al cargo a mediados de 1999, procedente de la Secretaría General de la OTAN, y tuvo que poner en marcha prácticamente desde cero las estructuras para crear en la práctica la Política Exterior y de Seguridad Común.
"Solana tuvo que desarrollar todo", ha explicó Marco Incerti, un analista del Centro del Estudios Políticos Europeos, que afirma que "todos reconocen" la capacidad del político español "para asentarse en el puesto, poco a poco, dialogando con los países comunitarios y llevando su esfera de poder cada vez un poco más lejos".
El que el próximo martes será ya ex alto representante ha pasado buena parte de la jornada de este lunes, igual que de los últimos días, despidiéndose de los dirigentes internacionales con los que ha trabajado, desde EE.UU., China y Rusia hasta Oriente Medio.