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La Policía cerca al sospechoso del asesinato a sangre fría de cuatro policías en Estados Unidos

  • Fuerzas de élite rodean una casa en Seattle donde puede estar el sospechoso
  • Se trata de un hombre negro de 37 años sobre el que pesa el cargo de violación
  • La Policía local subraya que el asesinato de los policías fue premeditado
  • Había optado una recompensa de 10.000 dólares para quien dijera donde está

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Policías desvían el tráfico en el lugar del asesinato.
Policías desvían el tráfico en el lugar del asesinato.

Un equipo de fuerzas de seguridad de élite ha cercado esta madrugada una casa en Seattle, en el noroeste de EEUU, en la cual se ha refugiado un hombre que podría ser el autor del asesinato a tiros el pasado domingo de cuatro policías.

Según los medios locales, las autoridades tienen motivos para suponer que el sospechoso, Maurice Clemmons, un hombre negro de 37 años, fue herido por uno de los cuatro policías que mató el domingo a las 08.15 hora local (17.15 hora española) en una cafetería de Tacoma, ciudad cercana a Seattle, en el estado de Washington.

Además de un grupo SWATT (equipo de armas y tácticas especiales, en sus iniciales inglesas), policías especializados en negociaciones han acudido al lugar donde se encuentra el sospechoso, que había sido encarcelado recientemente y sobre quien pesa el cargo de violación de una menor.

Crimen premeditado

Ed Troyer, portavoz de la oficina del sheriff del condado de Pierce, ha declarado a los medios locales que los policías asesinados, tres hombres y una mujer, estaban sentados con sus ordenadores portátiles en la cafetería cuando un hombre armado irrumpió en el local.

Troyer ha señalado que los investigadores creen que se trata de un crimen premeditado.

"Fue simple y puramente una emboscada", ha declarado al periódico The News Tribune, quien ha añadido que los clientes que se encontraban en la cafetería Forza Coffee están "impactados y traumatizados".

Troyer ha indicado que los policías estaban haciendo los trámites habituales al comienzo de su turno laboral cuando fueron atacados por sorpresa.

El asesino mató a los dos primeros policías sin que tuvieran tiempo para reaccionar y sólo el último agente en morir pudo sacar su propia arma para disparar contra el agresor, según Troyer.

La policía ha ofrecido una recompensa de 10.000 dólares a cambio de información que conduzca a la detención del autor de los hechos, cifra que se espera que aumente, dijo Troyer.

Posteriormente, una mujer informó de que el sospechoso, sangrado, se había instalando en la casa de Seattle que la policía ahora tiene rodeada de agentes de élite y negociadores