Uno de los cooperantes secuestrados gritó: "¡Militares, militares! ¡Metralletas, metralletas!"
- Los esfuerzos se centran ahora en que los secuestradores no huyan del país
- Los tres cooperantes están secuestrados desde el domingo
- Moratinos ha ofrecido a Mauritania aviones y helicópteros de la Guardia Civil
- Mali dejará entrar a las fuerzas mauritanias en su territorio si es necesario
- Los secuestradores no se llevaron nada de valor del vehículo asaltado
Uno de los tres cooperantes españoles secuestrados en Mauritania, el empresario Roque Pascual, pudo alertar a sus compañeros del convoy del inminente secuestro al grito de "¡militares, militares! ¡metralletas, metralletas!", momento en el cual se cortó la comunicación por radio con el resto de coches.
Así lo ha explicado a TVE uno de los cooperantes españoles que viajaba en la caravana, Josep Carbonell, cuando se acercaron al vehículo de Villalta, Pascual y Gámez, vieron que estaba vacío, "con las puertas abiertas y las luces encendidas".
Los tres cooperantes secuestrados viajaban sobre las 19:30 horas del domingo en el último vehículo de un convoy da la Caravana Solidaria, encargada de llevar 20 toneladas de ayuda humanitaria a países africanos, y promovida por la ONG Barcelona Acció Solidària.
Según ha explicado el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en un momento dado el penúltimo vehículo se da cuenta de que han perdido al último y al regresar se encuentran el coche vacío y las huellas de otro vehículo, presumiblemente el de los secuestradores, adentrándose en el desierto.
No robaron ningún objeto de valor
Según ha explicado otro cooperante de la ONG Barcelona-Acció Solidária e integrante del convoy atacado, Pere Serelles, los secuestradores de sus tres compañeros dejaron el coche con el motor encendido, las puertas abiertas y no se llevaron ni el dinero ni los ordenadores.
"Era el último coche del convoy, lo pararon y cuando un vehículo de la caravana retrocedió se encontró el coche de nuestros compañeros en mitad de la carretera, las puertas estaban abiertas y no se habían llevado nada de valor", ha narrado Serelles.
Después del secuestro una parte de la caravana viajó unos 120 kilómetros hasta llegar a Nuakchot, donde les aguardaban efectivos policiales que custodian habitualmente la embajada de España en ese país además de fuerzas de seguridad mauritanas. "Una vez en Nuakchot esperamos al resto del grupo y ahora nos encontramos en un hotel cercano a la embajada", añade el cooperante quien lleva siete años realizando este viaje.
"El convoy ha viajado durante nueve años a Mauritania yo llevo siete, antes atravesábamos el desierto, ahora hay una carretera que facilita el viaje y en teoría reduce los riesgos."
Moratinos ha comentado que el Gobierno está también en contacto permanente con las familias de los tres secuestrados.
El Gobierno español ofrece ayuda aérea
El Gobierno español ha ofrecido la colaboración de los medios aéreos que la Guardia Civil tiene en Mauritania, en el marco de la lucha contra la inmigración ilegal, para encontrar a los tres cooperantes de la ONG catalana secuestrados en el país africano este domingo.
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, ha explicado desde Estoril (Portugal), donde asiste a la XIX Cumbre Iberoamericana, que ha ofrecido el apoyo logístico de "aviones y helicópteros de reconocimiento" del Instituto Armado para buscar a los secuestrados.
Moratinos ha comentado también que se ha puesto en contacto con el presidente de Mauritania y con el de Mali para poner en marcha un dispositivo común para encontrar a los empresarios Albert Vilalta y Roque Pascual y la funcionaria de Justicia Alicia Gámez.
Los esfuerzos se centran ahora en que los secuestradores no puedan huir a otros países. Para ello, Mali dejará entrar a las autoridades mauritanas en su territorio si es necesario, para "ejercer el derecho de persecución".
Moratinos ha asegurado que los secuestradores aún no se han puesto en contacto ni con el Gobierno español ni con el mauritano, que considera que por las "huellas" que ha dejado el vehículo de los raptores podría tratarse de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), como también ha apuntado el ministro del Interior.
No obstante, Moratinos ve "prematuro" decir con rotundidad que la autoría es de Al Qaeda.
El presidente mauritanio brinda su ayuda
El ministro de Exteriores está llevando las gestiones diplomáticas al "máximo nivel", junto a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Moratinos habló el domingo por la noche con el presidente de Mauritania, Mohammed Ould Abdelaziz, que visitó España el pasado mes de octubre.
Según el ministro, éste le explicó que se había puesto en marcha el "rastreo, la investigación y la búsqueda" de los ciudadanos españoles y que no "escatimarían" recursos en encontrarlos. "El presidente nos brindó toda la ayuda para tratar de lograr la liberación", ha explicado Moratinos.
Ould Abdelaziz también transmitió a Moratinos que "por las huellas" que había dejado el vehículo de los captores "todo parece indicar" que detrás del secuestro está el grupo de Al Qaeda del Magreb Islámico.
Un grupo -recuerdan- que ya ha llevado a cabo acciones similares con otros ciudadanos europeos en la región sahelo-sahariana, donde han establecido vínculos con traficantes de la zona.