Catherine Ashton se defiende de las críticas por su nombramiento como alta representante de la UE

• Ha asegurado que demostrará que es "la mejor para el cargo"
• Ha prometido no ser "una extensión del gobierno británico"
• Respondió sobre su pasado de tesorera de una organización antinuclear

La nueva alta representante de política Exterior de la Unión Europea, la británica Catherine Ashton

La nueva alta representante de política Exterior de la Unión Europea, la británica Catherine Ashton, ha salido nuevamente en defensa de su nombramiento para el cargo y ha asegurado que demostrará que es "la mejor para el cargo".

En una audiencia previa a la reunión de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Ashton contestó a una serie de críticas, en ocasiones muy fuerte, por parte de los diputados.

"Tengo la capacidad adecuada para este cargo", respondió a un miembro que critico su falta de experiencia.

Al mismo tiempo, jugó la carta de la modestia. "Me presento ante ustedes con una página en blanco que me ayudarán a completar", dijo.

Recordando al nombramiento de los Veintisiete dijo a los escépticos: "Probablemente no soy la elección de algunos de ustedes, pero soy de ustedes".

El nombramiento de una mujer británica, procedente de un país históricamente reacio a cualquier idea de Exteriores en la UE o supranacional de defensa europea, ha generado muchas críticas en Europa.

Para silenciar a los críticos, ha prometido no ser "una extensión del gobierno británico". Es cierto que soy conocida por ser pro-europea en mi propio país, y estoy orgulloso de serlo", dijo.

La laboralista también tuvo que responder preguntas sobre su pasado de tesorera de una organización antinuclear británica, la Campaña por el Desarme Nuclear (CND), acusado de la financiación recibida del bloque soviético en la década de 1980.

Recordando que salió de la CND en 1982, Ashton admitió que el origen de algunos de los fondos recaudados por su organización habían sido identificados.

Ashton, de 53 años, tuvo una carrera tan discreta como rápida, que se llevó a cabo en organizaciones benéficas líderes en la Cámara de los Lores, a continuación, el cargo de comisaria europea de Comercio antes de ser nombrada jefa de la diplomacia de la UE, junto con el belga Herman Van Rompuy, que fue elegido como el presidente estable de la UE.

En comparación con su predecesor, Javier Solana, sus competencias se han reforzado por el Tratado de Lisboa. Ella también es vice-presidente de la Comisión Europea y como tal debe estar sujeto a las preguntas del Parlamento Europeo para confirmarlo a mediados de enero.