Roman Polanski será trasladado a su chalet en Gstaad el viernes 4 de diciembre
- Permanecerá en arresto domiciliario hasta que se decida sobre su extradición
- Un brazalete electrónico y un sistema de vigilancia evitarán que escape
- Para salir de la cárcel, ha pagado una fianza de unos 3 millones de euros
- Podrá recibir visitas en su vivienda, de 1.800 metros cuadrados
- Polanski lleva detenido en Suiza desde el pasado 26 de septiembre
El cineasta Roman Polanski será puesto en libertad y trasladado a su chalet en Gstaad el viernes 4 de diciembre, según ha anunciado un portavoz del ministerio de Justicia suizo.
Polanski lleva detenido en Suiza desde el pasado 26 de septiembre, cuando aterrizó en el aeropuerto de Zúrich para asistir a un festival de cine, por una causa pendiente de abuso de menores en EE.UU. desde 1977.
El director franco-suizo, de 76 años, permanecerá bajo arresto domiciliario con una pulsera electrónica hasta que se decida sobre la petición de extradición de EE.UU. Su salida de la cárcel llega tras pagar una fianza de 4,5 millones de francos (3 millones de euros).
El realizador llegará hacia las 13.00 hora local (la misma hora en la Península) a Gstaad.
Hace una semana, la justicia suiza dio su luz verde para la libertad bajo fianza de Polanski. El preso estará vigilado electrónicamente, tanto con un sistema de seguridad en su chalet como mediante una pulsera electrónica que se le colocará en el tobillo.
En su propiedad de Gstaad deberá permanecer hasta que se aclare si es o no extraditado a Estados Unidos, de donde huyó en 1978 tras declararse culpable de mantener relaciones sexuales con una menor y no asistir al juicio.
Podrá recibir visitas y llamar por teléfono
El chalet Milky Way (La Vía Láctea), de construcción antigua pero que Polanski hizo renovar enteramente, tiene una superficie de casi 1.800 metros cuadrados y está ubicado en la exclusiva estación de esquí de Gtaad, que cuenta con unos 4.000 habitantes.
El sistema que permitirá vigilar al cineasta está compuesto por cámaras, puertas blindadas y alarmas ubicadas dentro y alrededor de la residencia.
Polanski no podrá abandonar su propiedad, pero podrá recibir allí todas las visitas que quiera y hospedarlas si lo desea.
Asimismo, podrá hacer llamadas telefónicas sin limitación alguna y mantener correspondencia electrónica, según ha confirmado la Oficina Federal de Justicia de Suiza.
Numerosos periodistas permanecen apostados frente al chalet, lo que ha perturbado la habitual tranquilidad de un pueblo donde varios millonarios y famosos tienen residencias secundarias.