Rajoy pide al Gobierno que "no juegue a dividir a los españoles" con la retirada de los crucifijos
- Ha pedido al Ejecutivo que "no se meta" en una decisión que corresponde a los padres
- Asegura que se ha generado "un problema que no existía"
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha afirmado que el Gobierno central "no debe meterse" en la retirada de crucifijos de los colegios y "no debe jugar a dividir a los españoles, sino por el contrario debe trabajar para unirlos".
"Este es un problema que no está en el día a día de los acontecimientos, no está en la calle y es una muestra más de intolerancia y de autoritarismo por parte de algunas personas que debían responder una voluntad mayoritaria de los ciudadanos", ha manifestado el líder del PP
Este miércoles el Congreso de los Diputados aprobó una proposición no de ley en la que se insta al Gobierno a aplicar en todos los centros escolares la jurisprudencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que asegura que los crucifijos en las aulas son "una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y de "la libertad de religión de los alumnos".
El Gobierno "ha generado un problema que no existía"
Al entender de Rajoy, este miércoles "hubo un debate lamentable en el Congreso de los Diputados donde se decidió por el PSOE y otros grupos que se retiraran los crucifijos de los colegios".
El líder del PP ha subrayado que ésta "es una forma de generar un problema que no existía en estos momentos porque si las cosas se llevan razonablemente no hay problemas ni dificultades". Así, ha opinado que el Ejecutivo "no debe meterse en esas cosas".
"Si hay padres que quieren que se ponga el crucifijo, debería ponerse"
Asimismo, ha planteado que él y su grupo parlamentario están en contra de que "se aprueben estas resoluciones". A su juicio, "esto debe dejarse al normal funcionamiento de los acontecimientos y lo que digan las asociaciones de padres que están en los colegios que son los que deben resolver este problema".
"Si hay un grupo de padres que quiere que se ponga el crucifijo debería ponerse. A mí no me importaría nada, incluso me gustaría", ha remarcado Rajoy, que, no obstante, ha admitido que no debe opinar al respecto.