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Series de televisión: cuando nadie quiere esperar para ver el próximo capítulo

  • Un 71 por ciento de los internautas descarga series de televisión de Internet
  • Televisiones y distribuidoras, ante un cambio brusco de modelo

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Una página web de descargas de películas y series.
Una página web de descargas de películas y series.

600 millones de archivos audiovisuales se descargan cada año en España

El sector audiovisual da trabajo a más de 13.000 personas

Un 71% de los internautas reconoce que descarga material audiovisual

Hay muchas personas que conocen mejor las programaciones de las televisiones estadounidenses que las españolas. Saben cuándo emite la Fox en Estados Unidos cada nuevo episodio de 'House', o cuáles son los últimos 'hits' de la HBO o la CBS. Y lo saben porque, apenas se emiten esos productos en las televisiones norteamericanas, se lanzan ávidos a Internet para descagárselos. No quieren esperar a que una televisión española los emita. Los quieren ya.

El esplendor de las series estadounidenses, mezcla de su poderosa literatura y de la industria de Hollywood, alimenta el hambre de los espectadores/internautas de todo el mundo. Alguien graba y digitaliza los episodios, otros se los reparten troceados para subtitularlos, después lo unen todo y lo cuelgan en webs de descargas o en sistemas p2p como e-mule o torrent.

Es un fenómeno imparable que está produciendo movimientos sísmicos en la industria televisiva. La idea es simple, pero devastadora: si la gente ve los programas cuando quiere, ¿qué van a ganar las televisiones con la emisión de esos episodios? El modelo de televisión, tal y como lo hemos conocido, está discutido. Y, más allá, buena parte de la industria, especialmente la de la distribución de contenidos televisivos, está amenazada.

Para toda una generción, pagar por un contenido audiovisual es algo exótico

Las grandes televisiones acusan el golpe. Ghislain Barrois, consejero delegado de Telecinco Cinema y responsable de compras de la cadena, califica el daño de "brutal". "En España se descargan al año 600 millones de ficheros ilegales. Es una barbaridad. Obviamente, las personas que ven así las películas, no pagan por ellas y, cuando las damos en televisión, no la ven", asegura. "Hemos hecho un estudio con los DVD y hemos demostrado que quien tiene en casa un DVD o una película descargada, no la ve en televisión, porque sabe que la tiene en casa", remacha.

Este directivo considera que el problema estriba en que "son ciclos muy largos de corregir y cuanto más tardemos en solucionar el problema, peor va a ser. Hay toda una generación para quien el concepto de pagar por contenidos es algo exótico".

Barrois asegura que el cine es el producto que más sufre, porque las películas han perdido audiencia de forma masiva en la televisión. Lo mismo pasa con las series, especialmente con las que tienen una trama que se desarrolla a lo largo de varios episodios, como 'Perdidos' o 'Flashforward'. "En cambio, las que tienen tramas que se cierran en un mismo episodio soportan mejor la piratería", asegura. Y aunque las de producción propia sobreviven mucho mejor, se dan cuenta de que las reposiciones fracasan.

Barrois es partidario del proyecto que lanzó el Gobierno para impedir el acceso a webs que distribuyan contenidos sujetos a derechos de autor. "El Gobierno debe trabajar en dos niveles", explica, "uno, fundamental, de Educación. Y otro, de control y represión. Es triste, pero el problema es que hemos ido tan lejos que sino lo hacemos, no logramos nada. La situación en España es drámática".

Además, el alto ejecutivo de Telecinco considera que técnicamente es muy fácil poner barreras y cree que si no se hace es por falta de valor de las autoridades, que saben lo impopular que puede ser esta medida.

Una opinión muy parecida defiende Pedro Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles. Para Pérez, el problema es muy sencillo y lo resume gráficamente: "¿Vamos al Corte Inglés y nos llevamos cinco DVD's. A ver si nos dejan... ¿Esperamos entonces a que un juez dictamine de quién son los DVD? Pues con los contenidos pirateados igual". 

El presidente de los productores audiovisuales considera  también que están cambiando las cosas y que la industria tiene que darse mucha prisa con la tecnología si quiere defenderse de esta amenaza.  "Las ventanas de explotación van a cambiar", asegura.  Ghislain Barrois está de acuerdo con esto y señala que lo que están haciendo las distribuidoras de series de televisión es "acercar lo más posible el estreno en los segundos mercados a la emisión en la ventana de origen". "Se dan en España incluso una semana después del estreno en Estados Unidos, cuando, históricamente, había un plazo de varios meses. La razón es la piratería. El espectador que lo graba y lo cuelga da acceso a todos. Si tardamos mucho en emitir, la piratería se te echa encima", explica.

Adelantar los estrenos

Esta estrategia de adelantar los estrenos lo más posible es la que muchas televisiones están poniendo en práctica para esquivar el golpe de las descargas. Desde Fox España comentan también que ese ha sido el caso con series como 'House', "cuya sexta temporada la hemos estrenado apenas 15 días después que la televisión americana, o de títulos como 'Anatomía de Grey' o 'Mujeres desesperadas', que este año también han llegado antes a la antena de FOX de lo que solían hacerlo en temporadas pasadas".

Y eso que Fox no se queja tanto como otras cadenas. Una portavoz de la multinacional explica que "es cierto que muchos de nuestros contenidos, como la serie 'Perdidos', son muy del gusto de los internautas y hay muchos que ya se han bajado los episodios cuando los estrenamos, pero no por ello dejan de acudir al canal. Incluso aunque se hayan bajado la serie de Internet, vuelven a verla en FOX".  "Aunque de momento no podemos hablar de daños, sí estamos haciendo un esfuerzo por acortar lo más posible nuestro tiempo de estreno con el de Estados Unidos para, al menos, evitar las tentaciones de descarga".

Para las grandes distribuidoras de series, esta es, por ahora, la estrategia que mejor resultado da. Saben que las series pierden valor en el mercado por culpa de la piratería, con lo que las televisiones que las compran pueden negociar a la baja. Pero, como explica Ghislain Barrois, de Telecinco, "no bajan los precios de la distribución, lo que hacen es acelerar las ventanas".

Otra forma de ver la tele

Parece claro que todo este cambio de hábitos tiene un trasfondo más profundo de lo que parece. Un reciente estudio del Foro de Generaciones Interactivas, realizado entre 13.000 adolescentes, demuestra que la inmensa mayoría de los niños de entre 10 y 14 años utiliza más internet y el teléfono móvil que la  televisión. Nos encontramos, por tanto, ante una nueva generación que, por primera vez en décadas, pasa más tiempo ante el ordenador que ante la televisión.

La tele ya no es la primera opción

Esto no quiere  decir que dejen de consumir productos televisivos. Lo que dejan es de consumirlos en el formato habitual de televisión ordenada y con publicidad. Ven sus series, películas y programas, pero las ven cuando quieren y como quieren.

Lo verdaderamente transformador es que ese hábito es algo absolutamente natural para ellos: no van dejarse convencer de que la televisión se tiene que ver de otra forma. Por tanto, son la primera gran ola de un 'tsunami' que puede mover los cimientos de esta industria.

Los internautas roban 6,1 horas semanales a la tele para ver descargas

No son los únicos. La generación que les precede, la de los llamados 'nativos digitales', que está ahora frisando la treintena, también es habitual consumidora de productos televisivos a través de la red. El informe 'El Televidente 2.0', realizado por Antena 3 y Telefónica la pasada primavera, arroja cifras claras: un 71% de los internautas se descarga de internet series o programas de televisión. Además, esos usuarios dedican una media de 6,1 horas semanales a ver esas descargas. Son horas que pierde la pantalla tradicional.

Los datos de estudio duplican a los obtenidos en el mismo trabajo de 2008 y ponen de manifiesto, además, la consolidación de plataformas como YouTube, que alojan vídeos. Un 31% de los usuarios sube vídeos a la red y un 57% visita una vez por semana webs donde se comparten vídeos. El streaming, la emisión de vídeo en directo por la red, también se dispara: un 40% de los usuarios ha visto alguna vez una emisión de este tipo.  Pero, ojo, sólo un 8% ha pagado alguna vez por hacerlo.

Pero, estos datos, aunque apuntan a una tendencia, no deben ser tomados de forma catastrofista. La tele vive un etapa casi dorada en España: 2008 es el año de mayor consumo televisivo de la historia con una media de 227 minutos por persona y día (3 horas y 47 minutos), cuatro minutos más que en

2007, que también fue récord. Estos datos, aportados por la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles, FAPAE, hablan de buena salud, pero el germen del cambio ya está sembrado y creciendo.

La última memoria de FAPAE explica que durante el período de estudio, 2002-2007, la facturación del sector audiovisual ha tenido un crecimiento acumulado del 39,3%, mientras que la tasa de crecimiento del empleo directo ha sido del 44,8%. La tasa media del crecimiento interanual para

2002-2007, que indica el ritmo medio de crecimiento anual y por tanto constituye un mejor indicador para analizar la evolución del sector, se situó en un

7%, tanto para la facturación como para el empleo. La totalidad de los socios de FAPAE  facturaron 1.670 millones de euros en 2007, lo

que supone una representatividad del 80%sobre el total del sector.

Una perspectiva positiva y optimista

Si los datos económicos desmienten en cierta forma las quejas de los miembros de la industria, hay voces que las rebaten desde un optimismo desbordante, el mismo que ha animado a todos los movimientos que surgen de la red. Ese punto de vista sosegado y optimista nos lo da, por ejemplo, Hernán Casciari, blogger especializado en televisión que desde su blog Spoiler disecciona cada día el intrincado mundo de las series de televisión. Casciari asegura que asiste a la polémica de estos días sin mucho interés y, sobre todo, alejado de radicalismos. Considera que estamos "ante un terremoto en el que las capas tectónicas se están ajustando" y trata de aportar una perspectiva histórica al debate: "Estoy seguro que dentro de 60 años, cuando se analice este periodo de ajuste que estamos viviendo, se hará con una sonrisa".

Y es que Hernán Casciari es un convencido del "matrimonio entre la tele e internet" y está seguro de que pronto habrá cambios importantes porque la situación "se cae de madura" a pesar de que los que toman decisiones en las empresas y gobiernos son "muy analógicos".

Casciari asegura que los internautas utilizan las descargas ilegales "porque no les queda otro remedio". "Hay que lograr un método eficaz, parecido a lo que son I-Tunes o Spotify para la música", indica. Además, asegura que una Internet de alta calidad y buena velocidad, será más fácil utilizar el streaming para ver cine o televisión pagando y "teniendo la conciencia tranquila".

Este experto recuerda que ya tenemos el caso de Voddler, un programa sueco similar a Spotify  que distribuye series o películas y que ofrece una versión de pago sin publicidad y otra gratis que obliga a ver cinco minutos de anuncios antes de la reproducción. Y todo legal, con los correspondientes acuerdos con productores y distribuidores.

Más allá, Casciari defiende que las grandes cadenas de televisión se atrevan a colgar en Internet sus productos estrella una vez que han sido emitidos en sus `prime time' de origen. Está convencido de que si ofrecen descargas legales, con subtítulos oficiales, la gente estará dispuesta a pagar. De hecho, con series tan seguidas como 'House', una distribución por Internet con micropagos podría recaudar suficiente dinero como para amortizar la producción del capítulo.

En esta línea, el blogger no tiene más que palabras de felicitación para ejemplos como la Televisión a la Carta de RTVE.es. 

En todo caso, Casciari asegura que estas soluciones que acabarán con el problema no las ponen en práctica ni la industria ni los gobiernos, "las ponen unos chicos en un garaje".