Solana, el hombre que miraba al horizonte

• Informe Semanal acompaña a Solana en sus últimos días como Míster PESC
• Finalizado su mandato, reconoce que le quedan retos pero no desvela su futuro

Informe semanal - Solana, el hombre que miraba el horizonte

Informe Semanal se emite todos los sábados, a partir de las 21:30 h, en La 1 de Televisión Española

Lo ha hecho casi todo y lo ha visto casi todo. Dentro y fuera de España. Iba para físico. De hecho, llegó a ser Catedrático de materias sólidas pero probablemente, hoy le suspenderían. Porque su vida y su pasión ha sido la política. Javier Solana tiene "sólo" 67 años y le sobran energías y experiencias para seguir en la agenda pública aunque de momento, no desvela su futuro.

Informe Semanal quería estar con él en los últimos días de su mandato como Mister PESC o Mister Diplomacia,  como también le conocían en los pasillos de Bruselas.

Durante los diez últimos años ha levantado de la nada un cargo, el de Alto Representante de la Unión Europea, que era muy necesario sobre todo si queremos que Europa sea algo más que una potencia económica. Su salto a la escena internacional fue tanto fruto del azar como de su personalidad, terriblemente inquieta.

Todo empezó desde dentro, en casa, como diputado y cuatro veces ministro de Felipe González. Estuvo a punto de sucederle, de ser el candidato del PSOE en las elecciones de 1996, pero una crisis inesperada en la OTAN, la dimisión por un caso de corrupción de Willy Claes, su Secretario General, cambió el curso de la historia. 

Hubo quien vio en Solana, entre otros Bill Clinton,  el perfil idóneo para dirigir la Alianza en un momento clave de reformas. Para España, aislada durante décadas en el contexto internacional, era una clara oportunidad y el candidato se impuso pese a las rémoras del pasado: su pertenencia a un partido, el PSOE, que sólo quiso estar en la OTAN cuando llegó al poder; la corta pertenencia de España a la Alianza, era su miembro más joven, y la circunstancia de que no formaba parte de su estructura militar.

Se va con la herida abierta de Oriente Próximo, uno de los conflictos a los que ha dedicado más energías y con la satisfacción de que el mundo, aún estando lleno de problemas, es un poco mejor. Así lo cree este indomable optimista llamado Javier Solana. Aunque hay retos importantes.